Frío y calor, otoño o primavera, ¿dónde..., dónde se encuentra la alegría? Hermosas son las estaciones todas para el mortal que en sí guarda la dicha
La quiero para soltarla, solamente. No tengo cárcel para ti en mi ser. Tu libertad te guarda para mí. La soltaré otra vez, y por el cielo, por el mar, por el tiempo, veré cómo se marcha hacia su sino. Si su sino soy yo, te está esperando.
Vamos por este mundo como si tuviéramos uno de repuesto en nuestra maleta.
La prevención de accidentes no debe ser considerada como una cuestión de legislación, sino como un deber ante los seres humanos, y como una razón de sentido económico.
El único propósito del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.
La verdad. Es una cosa bella y terrible, y por lo tanto debe ser tratada con mucha cautela
... yo atravieso con una sombría cautela ese manicomio que ha sido el mundo durante milenios enteros, ya se llame cristianismo, o fe cristiana, o Iglesia cristiana — me guardo de hacer responsable a la humanidad de sus enfermedades mentales.
La ley es la prescripción de la razón, ordenada al bien común, dada por aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad
Cualquiera que sea la definición de libertad que demos, debemos tener cuidado en observar dos requisitos: primero. que no contradiga los hechos; segundo, que sea coherente consigo misma.
Toda clase de precaución debe prodigarse cuando se trata de fijar nuestro destino.
Nos movíamos con precaución porque todos nosotros, incluso en nuestra locura, sabíamos que había ocurrido algo presentíamos que aún iba a ocurrir algo más.
Si hay algo que ennoblezca a la juventud, es el miramiento y el respeto a los ancianos.
La crianza y el buen comedimiento más honra al que la hace que no al que se le hace.
El objeto del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.
La prevención de accidentes no debe ser considerada como una cuestión de legislación, sino como un deber ante los seres humanos, y como una razón de sentido económico.
El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros.
Los poetas, esos eternos enamorados de las cosas que mueren y de las cosas que nacen, son los únicos que podrían volver los ojos a los claustros, y preguntar a sus ruinosos paredones el secreto de muchas vidas y de muchas almas.
Sin consideración, sin piedad, sin recato grandes y altas murallas en torno mío construyeron. Y ahora estoy aquí y me desespero. Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino; porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer.
Permite que tu discreción sea tu tutor: ajuste la acción a la palabra, y la palabra a la acción.
A mi no me gusta esa palabra asesinato, me produce pánico. Pero lo que es digno de terror y de pánico es quedar a su discreción
Un hombre es un hombre en la medida en que él es un superhombre. Un hombre debe definirse por la suma de esas tendencias que le impulsa a superar la condición humana.
La metafísica no es una discusión estéril sobre nociones abstractas que escapan a la experiencia, es un esfuerzo vivo por comprender desde adentro la condición humana en su totalidad.
De esas falsas teorías, la más notable es la doctrina de la protección a la industria nacional; frase que significa la prohibición o la restricción por medio de fuertes derechos de aduana, de aquellas mercancías extranjeras que pueden producirse en el país.
Yo sostengo que hay motivos prácticos y morales para preferir el socialismo auténtico al capitalismo, y que la construcción del socialismo no requiere la restricción de la democracia, sino, muy por el contrario, su ampliación, del terreno político a todos los demás. Esto es lo que llamo democracia integral: ambiental, biológica, económica, cultural y política.
El concepto de discriminación se va ampliando cada vez más, hasta el punto de que la prohibición de discriminar puede transformarse progresivamente en una limitación de la libertad de opinión y de la libertad religiosa.
Me parece, Golan, que el avance de la civilización no es más que un ejercicio en la limitación de la intimidad
Si no hay la posibilidad de exponer una teoría, cállense o hagan la salvedad de que no la exponen íntegra, ni mucho menos, que omiten lo más esencial, pero ¿por qué entonces, presentando unos fragmentos, hablan a gritos de estrechez?
En contraste, paradójicamente, fue precisamente en mi país donde encontré de parte de algunos las mayores objeciones, reservas e indiferencia respecto al otorgamiento del Nobel
El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obre bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal.
Nada resulta tan intimidatorio para el estudiante de arte principiante -e incluso para muchos artistas experimentados- como una hoja de papel de dibujo limpia, blanca e impoluta. Un modo de superar esta aprensión es empezar a dibujar libremente y con confianza.
Pero en aquellos días yo iba en busca del amor, y me presenté lleno de curiosidad y de la aprensión -no reconocida por mi parte-, de que, allí, por fin, descubriría esa puerta baja escondida en el muro que otros, lo sabía, habían descubierto antes que yo, que llevaba a un jardín secreto y encantado, en alguna parte oculto, sin que ninguna ventana del corazón de aquella ciudad gris se asomara a él.
También yo me dormiré y entonces quizás te despiertes y pienses esto que yo estoy pensando, tal vez me imaginarás enredada en algún árbol enmarañado de los que sabes que me encantan y me quieras alcanzar tocándome, sacándome del mutismo de estación de radio apagada, volviéndome a traer hacia tu lado, hacia el amor que nos dio el sueño.
Voy a contarles un secreto: la vida es mortal. Mantenemos ese secreto en mutismo cada uno frente a sí mismo porque conviene, si no, sería volver cada instante mortal.
Se supone que soy el soldado que nunca pierde la compostura aunque soporte todo el peso del mundo en mis hombros.
Obviamente, la compostura de un programa, la da la voz que sale al aire: de un locutor, animador, comentarista, periodista, etc. Esta voz no necesariamente tiene que destacarse por ser microfónica, sino por ser lo suficientemente clara, con buena tonalidad, animada y con buen ritmo
Estamos llegando al fin de una civilización, sin tiempo para reflexionar, en la que se ha impuesto una especie de impudor que nos ha llegado a convencer de que la privacidad no existe
Soy comidilla de los paparazzi, no se porque me acosan tanto, uno de mis mas grandes deseos es que me dejen en paz, soy una persona como tú, tengo hijos en casa, merezco privacidad y respeto como cualquier ser humano debería de tener.
La verdad no demanda creencias. Los científicos no unen sus manos cada domingo, cantando: ¡sí, la ley de gravedad es real! Creo en mi corazón que todo lo que sube tiene que bajar. ¡Tendré fe! ¡Seré fuerte! ¡Amén! Si lo hicieran, pensaríamos que no están bastante seguros de ello.
Existe en la estupidez una gravedad que, mejor orientada, podría multiplicar el número de obras maestras.
-Hablar de otro mundo distinto de éste carece de sentido, suponiendo que no nos domine un instinto de calumnia, de empequeñecimiento y de suspicacia contra la vida.
Tengo un stock de besos sin estreno y un camión de amor del bueno para ti.
Mucha buena gente que sería incapaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo.
La posesión, sólo por sí, es algo vulgar, y los medios de que los apasionados se suelen servir la mayor parte de las veces para eso son bastante bajos; no tienen escrúpulo en emplear para sus fines dinero, fuerza, influencias de otros, y hasta narcóticos.