Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.
Lo que hace falta es una definición donde Ud. Le diga a todo el movimiento, sintéticamente, que somos revolucionarios en el exacto significado: liberación nacional y revolución social.
El New Deal empezó —como el ejército de salvación— prometiendo la salvación de la humanidad. Pero terminó —como el ejército de salvación— abriendo tiendas de compra y venta y perturbando la paz
Ahora bien, si tú también te preocupas algo de ti mismo y aspiras a tu salvación y tienes confianza en Dios, como a hombre que no es ajeno a estas cosas, te es posible alcanzar la felicidad, reconociendo a Cristo e iniciándote en sus misterios.
Sabemos que la redención ha de venir. El tiempo y la manera de su venida nosotros no lo sabemos: Puede venir en paz, o puede venir por la sangre, pero tanto en paz o por la sangre, que venga.
Yo no busco la redención de las consecuencias de mi pecado. Yo quiero ser redimido del pecado en sí, o mejor dicho, incluso del pensamiento mismo del pecado. Hasta que alcance ese fin, me sentiré satisfecho de sentirme angustiado.