Cuando tengas una tarea difícil que hacer, algo que parece imposible, solamente trabaja cada día un poco, todos los días un poco, y de repente verás que el trabajo estará terminado.
Es un bosque que navega y se balancea sobre las olas, un bosque en donde, sin saberse cómo, comenzaron a cantar pájaros, debían de estar escondidos por ahí y de repente decidieron salir a la luz, tal vez porque la cosecha ya esté madura y es la hora de la siega...
Nada tan peligroso como ser demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.
Y hacía imposible aquella venganza que, por lo menos, podía tomar de improviso contra los otros. Un ángel, para una mujer, es siempre más irritante que una bestia.
La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?.
Los ojos se le habían transformado en huevos de cristal inestable que vibraban con una frecuencia de algo que llamaban lluvia y un ruido de trenes, haciendo brotar de golpe y entre zumbidos un bosque de espinas de cristal, finas como cabellos.
Estar cerca de la violencia es igual que te pasen de golpe papel lija por el corazón
Lo irreal, lo imaginado y deseado, resulta inesperadamente el factor capital de la realidad humana, y por tanto de la Historia.
La gente cree que los cincuentones hacemos cosas súbitas y sorpresivas para ahuyentar al fantasma de la vejez: comprar motocicletas para devorar carreteras, divorciarse inopinadamente y cortejar jovencitas de 18 años, iniciarse en el camino de los placeres homosexuales, consumir alcaloides como músico de heavy metal, tirarse al abismo del trago consuetudinario.
Dios, Satanás, el paraíso y el infierno; todo desapareció un día a mis quince años, cuando abruptamente perdí mi fe.... Y después, para probar mi recién descubierto ateísmo, me compré un sándwich de jamón..., por lo que probé por primera vez la carne prohibida de los cerdos. No me golpeó ningún rayo.... Desde ese día hasta hoy he pensado en mí mismo como una persona totalmente secular
Así como las personas que mueren en su plenitud nos ahorran el recuerdo de su vejez, los amores interrumpidos abruptamente siguen viviendo en nuestro corazón; no como brasas agonizantes, sino como horrorosas llamas que queman cada noche.
Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.
Me encantaría que nuestro país tuviera un arsenal inmenso de caricias bajo el mar; para que al caer la noche yo encienda dos velas para invadirte por sorpresa en la intimidad
Muchas veces nos pesa la sinceridad de sopetón y explosiva
El aspecto más triste de la vida actual es que la ciencia gana en conocimiento más rápidamente que la sociedad en sabiduría.
No me importa que piense usted despacio, lo que me importa es que publique más rápidamente de lo que piensa
La vida cambió después de ese salto... de repente había llegado al más alto nivel de audacia, un nivel por encima incluso del que los pilotos de aviones podrían alcanzar
La música se convirtió en mi alivio, y aprendí a escucharla con los cinco sentidos. Descubrí que así podía borrar todos los sentimientos de miedo y confusión relacionados con mi familia. Éstos aún se agudizaron más en 1954, cuando yo tenía nueve años y mi madre apareció de repente en mi vida.
Un moderado optimismo, como ya nace espontáneamente de una sincera filosofía de la vida, pertenece a la dietética del alma
Mucha gente piensa que hacer la maleta es cuestión de entrenamiento, que lo aprendes espontáneamente como cantar o rezar. Nosotros no teníamos entrenamiento y tampoco maleta.