Los cielos son tan grandes como grande es nuestra aspiración
Las calles de esta colonia inventada contienen una aspiración no racial, sino cósmica. Las calles tienen nombres de galaxias.
Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra madre era la palabra madre y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba.
Como lo sabe cualquier padre de un niño pequeño, la conversión de un objeto grande en fragmentos pequeños es significativamente más fácil que el proceso inverso. (Los físicos incluso le han dado un nombre a este efecto: segunda ley de la termodinámica).
Pero la vida de ella era fría como una buhardilla, con tragaluz al norte y donde el hastío, araña silenciosa, tejía su tela en la penumbra por todos los rincones de su corazón.
Tuve que ir y venir en bicicleta de su maldita planta, situada en el norte del distrito con más alto índice de delitos químicos, al que sólo podía accederse circulando por el arcén de algunas autopistas importantes. Podía sentir cómo disminuían los años de mi esperanza de vida mientras veía pasar los mojones.
Nada vivo se mantiene sin esforzarse continuamente por realizar su específica naturaleza, y es por eso un mero conato o aspiración de cumplimiento de cierto sí mismo, lo cual significa parecerse a un estar antes que a un ser.
No se escribe pero se observa el axioma de que el indio no tiene derechos sino obligaciones. Tratándose de él, la queja personal se toma por insubordinación, el reclamo colectivo por conato de sublevación.
Se me ha pedido hablar sobre cuál considero el mayor reto que tiene que afrontar la humanidad y tengo fundamentalmente una respuesta. El mayor reto que tiene que afrontar la humanidad es el reto de distinguir la realidad de la fantasía, la verdad de la propaganda.
No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad de los objetivos y conociendo los instrumentos
Quizás sorprenda, pero diré que nunca pretendí ser más astuto que los demás. Sí pensé por mi cuenta siempre e intenté explicitarme a mí mismo y a mis ideas en la práctica. El principio es que tengo una mente organizada. Soy un autodidacta, pero soy muy curioso, todo me interesa.
Al principio vienen necesariamente a la mente la fantasía y la fábula. Desfilan después lo cálculos matemáticos, y sólo al final la realización corona el pensamiento.