Lo verdadero, ya sea una cosa verdadera o una proposición verdadera, es aquello que concuerda, lo concordante
Una señal inequívoca del amor a la verdad, es no mantener ninguna proposición con mayor seguridad de la que garantizan las pruebas en las que se basa
Amigos míos, los invito a examinar una proposición mucho más siniestra; a saber, que la violencia, la crueldad y el asesinato son actos totalmente racionales, concebidos con tanta intención como una pieza teatral, para promover los objetivos – políticos, financieros o personales – de quienes los perpetran...
Lo verdadero, ya sea una cosa verdadera o una proposición verdadera, es aquello que concuerda, lo concordante
Una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, pero no qué es ella.
Toda pena (dice el gran Barón de Montesquieu) que no se deriva de la absoluta necesidad, es tiránica: proposición que puede hacerse más general de esta manera.
En nombre de los que estamos aquí, pido a José María Mendiluce que retire su candidatura porque, a día de hoy, favorece a Aznar
Antes de aquella candidatura la gente me decía Will en la calle. Después, comenzaron a decirme señor Smith. Eso es lo único que hay de diferente en mí.
El cuerpo de una mujer mayor, a diferencia del cuerpo de un hombre viejo, se entiende como un cuerpo que no permite exhibición, ofrecimiento ni desvelamiento.
Entre la idea y la realidad, entre la moción y el acto, cae la sombra.
Un teatro recibe el reconocimiento a través de su iniciativa
Tomar la iniciativa exige algún tipo de visión, algún nivel por alcanzar, alguna mejora que lograr. Exige disciplina al hacerlo. Exige poner en ello todo el corazón y la pasión y hacerlo de un modo regido por la conciencia o los principios para alcanzar un fin que merezca la pena.
Entre las angustias de los días que siguieron está el mayor de los suplicios: la inefabilidad. Jamás podré explicar lo que vi y conocí durante esas horas de impía exploración, por falta de símbolos y capacidad de sugerencia de los idiomas.