Darle a conocer a Jesucristo y hacerle amar es el fin de vuestra vocación y el porqué de nuestro instituto.
Solo aquél que esté convencido de que no se desintegrará aunque el mundo, desde su punto de vista, sea demasiado estúpido o demasiado mezquino para merecer lo que él pretende ofrecerle, sólo aquel que sea capaz de decir ¡A pesar de todo!; tiene vocación política.
La ciencia y las letras doman las pasiones que engendra la política. Tiempo es ya de que el afecto reemplace en la ley del mundo al odio.
La Logosofía cuenta con dos fuerzas poderosas que, al unirse y hermanarse, llevan al hombre a cumplir los dos fines de su existencia: evolucionar hacia la perfección y constituirse en un verdadero servidor de la humanidad. Una de esas fuerzas es el conocimiento que brinda a la mente humana; la otra, el afecto que enseña a realizar en los corazones.
No toméis afección jamás a una persona, toda persona es una prisión, un vínculo. No cobréis afección tampoco a la patria.
Lo mismo da el modo que sea estimulado el ojo, bien sea por choque, golpe, presión, galvanización o por estímulos que le son transmitidos simpáticamente desde otros órganos, a todas estas causas (...) siente el nervio de la luz su afección como sensación de luz, aun cuando se halle en reposo en la oscuridad.
El balance es positivo, y antes de empezar el año, hubiese firmado terminar tan cerca del primer clasificado. La gente en España me ha brindado un apoyo como nunca lo había recibido. Este año, en el que no he ganado tantas carreras ni he liderado el mundial tan holgadamente, he tenido más apoyo que nunca. Tengo que darle unas gracias infinitas a toda la afición y a todos los patrocinadores también
El amor a lo don Juan no es más que afición a la caza.
El mundo está lleno de sufrimiento. La raíz del sufrimiento es el apego a las cosas. La felicidad consiste precisamente en dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea.
Las personas valen lo que vale el apego de la gente, y es de ahí que el maestro Pueblo sacó aquel adagio de que quien al feo ama bonito le parece.
Si se trata de penetrar en los misterios de la naturaleza, es muy importante saber si es por impulsión o atracción que los cuerpos celestes actúan los unos sobre los otros; si es alguna materia sutil e invisible la que opera sobre los cuerpos impulsándolos unos sobre otros, o si están dotados de una cualidad escondida y oculta gracias a la cual se atraen mutuamente.
La mujer perderá la atracción del sexo, usurpará al hombre de su quehacer, atrapará la política, llevará su mando al alto estrado, será dominante factor en el mundo, pero el mundo en el día de los días la aplastará. Será en el final de la grande prueba
Sed, cristianos, a moveros más formales: no seáis como pluma al viento, y no creáis que cualquier agua os lave. Tenéis el viejo y el nuevo testamento, y el pastor de la Iglesia que os guía: que ello a vuestra salvación os baste. Si mala avidez otra cosa os grita, sed hombres, y no locas ovejas, ¡que el judío, de vosotros, entre vosotros, no se ría!
Por trepar a cogerla, se me partió la rama- ¡Ay manzanita roja, tentadora y falaz, de la copa del árbol risueña desafías la avidez de las manos, ilusión ideal!
Todas las cosas que hay en la naturaleza son o cosas o acciones. Ahora bien, el bien y el mal no son cosas ni acciones. luego el bien y el mal no existen en la naturaleza.
Como consecuencia, el género no es a la cultura lo que el sexo es a la naturaleza; el género también es el medio discursivo/cultural a través del cual la naturaleza sexuada o un sexo natural se forma y establece como prediscursivo, anterior a la cultura, una superficie políticamente neutral sobre la cual actúa la cultura.
Este es el problema: Andalucía necesita una dirección espiritual, una orientación política, un remedio económico, un plan de cultura y una fuerza que apostole y salve
En un partido revolucionario, debe combinarse la dosis necesaria de conservatismo con la ausencia total de rutina; la flexibilidad de orientación y la audacia en la acción.
No se escribe pero se observa el axioma de que el indio no tiene derechos sino obligaciones. Tratándose de él, la queja personal se toma por insubordinación, el reclamo colectivo por conato de sublevación.
Nada vivo se mantiene sin esforzarse continuamente por realizar su específica naturaleza, y es por eso un mero conato o aspiración de cumplimiento de cierto sí mismo, lo cual significa parecerse a un estar antes que a un ser.
No bebo ni fumo. Es una preferencia personal. Mi madre nunca ha bebido o fumado y la admiro por ello.
Entre dos cosas que nos son queridas, la amistad y la verdad, es una obligación sagrada dar la preferencia a la verdad.
La gran mayoría del pueblo es, por naturaleza y criterio, de índole tan femenina, que su modo de pensar y obrar se subordina más a la sensibilidad anímica que a la reflexión
El buen crítico no estorba, sino ayuda, y su misión, entre otras cosas, es de índole pedagógica, pues guía a los demás lectores. El crítico es un lector, pero un lector más alerta y más total, de sensibilidad más aguda: las cualidades de recepción del lector corriente están como extremadas y exacerbadas en el lector especial que es el crítico.
Según la opinión general, mi interpretación se ha caracterizado por una sonoridad demasiado débil o, mejor dicho, demasiado delicada para el gusto de los oyentes vieneses, acostumbrados a escuchar a los artistas destrozando su instrumento No importa; es imposible que no haya algún pero, y prefiero esto a oír decir que toco demasiado fuerte
¡Ni lo sueñen! Yo con gusto empalo por el culo al Papa, ¿pero tocar a un animalito de Dios?
... si poseyéramos una imaginación lo bastante viva y una simpatía lo suficientemente sensible para comprender efectivamente y sentir los sufrimientos de los demás, no tendríamos un solo momento de tranquilidad de espíritu.
No podemos tenerles simpatía a quienes tratan de arrebatar el poder del gobierno para satisfacer sus propios intereses personales.
Porque eleva y derriba fácilmente, abate con facilidad al hombre poderoso y fortalece al débil, castiga al malo y humilla al soberbio, Zeus que truena en las alturas y habita las moradas superiores.
¡Con qué facilidad varían nuestros sentimientos y qué extrañamente nos aferramos a la vida en momentos de desesperación!
La curiosidad en el lenguaje es un peligro de vanidad
Lo maravilloso es que el ejercicio moderno de la enseñanza no haya ahogado por completo la sagrada curiosidad por investigar, pues esta delicada plantita, además de estímulo, necesita, esencialmente, de la libertad, sin la cual perece de modo inevitable.