Prefiero contraer el hábito de hablar tan prudentemente como se escribe, que escribir tan veloz como se habla.
En esta campaña electoral no se habla de problemas reales: no oigo hablar del socialismo, los trabajadores. La campaña va a ir por: Tú más que yo, yo más que tú y ya verás, El del bigote, Yo soy mejor líder que el otro porque lo dice mi madre
El vino no inventa nada. Sólo hace charlar sobre ello.
Todo su empeño se concentraba ahora en camuflar su conflicto interior. Debía representar el papel de la anfitriona atenta; departir con todos los presentes; brillar como llama de alegría y gracia.
Cuando recibo a los políticos, algunos vienen bien, con buena intención y compartiendo la visión de la Doctrina Social de la Iglesia. Pero otros llegan solo para buscar lazos políticos. Mi respuesta siempre es la misma: la segunda obligación que tienen es dialogar entre ellos. La primera es el custodio de la soberanía de la Nación, de la Patria.
Al poder legislativo: Hemos llegado de nuevo aquí, dejando familias, trabajos, y llevando cargas más pesadas de las que podemos llevar, para, al igual que lo hemos hecho con el Poder Ejecutivo, dialogar y recordarles lo que a pesar de los inmensos salarios que cobran y que son fruto del trabajo de los hombres y mujeres de bien de esta nación, es su deber. No nos gusta que sea así
La noticia me ha parecido de tal gravedad, de tal gravedad.. y aunque no es mi norma comentar cosas del día a día del club, cuando se traspase la línea de la ética, aquí me tendrán, defendiendo a esta institución
Empiezo por comentar lo obvio: la igualdad, como la interpretamos los seres humanos, no existe en la naturaleza
La fe es un hecho en los que la poseen. Y les resulta inútil disertar sobre ella a aquellos que no la tienen.