Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotros no seria insultante si estuviéramos apenados
Ultimamente se han escrito varias obras de teatro sobre la monstruosa injusticia que supone el actual código de moral social. Por supuesto que es una vergüenza insultante que haya una ley para el hombre y otra para la mujer. Yo creo que no debería haber ley alguna para ninguno de los dos.
El miedo es el más ignorante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros.
Es humillante la corona adquirida por el hecho de haber nacido; al lograr el honor en virtud del propio esfuerzo, introducimos en nuestra existencia la lógica, la unidad indispensable a los bellos destinos.
En todo gran amor hay algo humillante y risible.
El marxismo se funda en el análisis concreto de la realidad concreta. O eso, o es pura ideología, en el sentido peyorativo del término, que prescinde de la realidad y se convierte en algo que ya no es marxismo.
Rosa Diez hablando del presidente del gobierno José Luís Rodríguez Zapatero:sería gallego en el sentido más peyorativo de la palabra; y del presidente de la oposición, Mariano Rajoy : es gallego.
Nada tan mezquino de miras como un hombre eternamente confinado en la política. Si fiel a su partido, se agita en órbita de microbio, no concibe nada más allá de su grupo y realiza una obra de interés personal o de egoísmo; cuando no, rencores y venganzas; si infiel a sus correligionarios, va de agrupación en agrupación ejerciendo el ignominioso papel de tránsfuga y merodeador público.
Estoy seguro de que llegará un día en que los alemanes decentes se sentirán avergonzados ante el ignominioso trato de que he sido objeto.
La belleza es un hiriente estremecimiento del corazón, una vida plena en el alma, y una locura de amor que hace flotar al espíritu en su éter hasta hacerlo abrazar los cielos.
Siempre me animo inmensamente si un ataque es particularmente hiriente porque pienso, bien, si a uno le atacan personalmente quiere decir que ya no les queda ni un solo argumento político
A la empresa compatriotas, que el triunfo es nuestro: vencer o morir sea nuestra cifra; y tiemblen, tiemblen esos tiranos de haber excitado vuestro enojo, sin advertir que los americanos del sud, están dispuestos a defender su patria; y a morir antes con honor, que vivir con ignominia en afrentoso cautiverio.
Alonso es el mejor piloto que hay actualmente en la fórmula 1. No hay otro como él. Es mejor que Vettel, que Hamilton y que cualquiera de los demás. Es rápido, tiene cerebro y experiencia y es agresivo al mismo tiempo. Es el más completo. Es listo, entiende al equipo y sabe lo que hay que hacer para llegar a tener el mejor coche
Aunque soy un conductor agresivo y lucho por el éxito, ciertamente no morderé a nadie, si es el ejemplo de Mike Tyson el que utilizamos...
Porque si el suicida es quien mata al resto de nosotros, el asesino se mata a sí mismo, aunque tiene que hacerlo una y otra y otra vez.
Yo renuncié a comer carne cuando era joven y llegará el tiempo en que los hombres condenarán, como yo, al asesino de animales del mismo modo como se condena al asesino de hombres
Vosotros compatriotas, que sabéis burlaros del mar con denuedo y bizarría, vais a cubriros de gloria, salvando al país y escarmentando el atrevimiento insolente de los malvados.
Jamás de los jamases sobre nuestro suelo sagrado ha de pisar insolente la planta invasora porque nuestro orgullo lo impide porque las naves del invasor para llegar a la presa de sus designios tendrán que navegar sobre la púrpura encendida de nuestra sangre joven.
Un velo es más provocativo que el cuerpo desnudo, pues la sutileza resulta más deseable que la desvergüenza. Una mujer nunca debe darlo todo, ni siquiera simuladamente, excepto por un breve instante.
Curiosidad: Impulso humano que oscila entre lo grosero y lo sublime. Lleva a escuchar detrás de las puertas o a descubrir América.
La política en una obra literaria es algo así como un tiro de pistola en medio de un concierto, algo grosero y a lo que no podemos, sin embargo, dejar de prestar atención.
Mi ojo asciende al sexo de la amada: nos miramos, nos decimos palabras oscuras, nos amamos como se aman amapola y memoria, nos dormimos como el vino en los cuencos, como el mar en el rayo sangriento de la luna.
Llamar fiesta a un rito tan sangriento como una corrida de toros es lo contrario de llamar sacrificio al rito incruento de la misa...
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.