Sentimos todos que la calma que resplandecía como la luz del sol sobre el rostro y el cuerpo de la muerta, era sólo un símbolo terrenal de la tranquilidad de que disfrutaría durante toda la eternidad.
La cristiandad tiene que hacerse de nuevo viva y eficaz, y formarse otra vez una Iglesia visible sin respetar las fronteras nacionales, que acoja en su seno a todas las almas sedientas de lo supra terrenal y se haga gustosa mediadora entre el viejo y el nuevo mundo.
El destino es el carácter. Basta con que un político, un juez, un obispo o un militar sea un tipo vanidoso, frustrado, ambicioso, desconfiado, rencoroso, frívolo o simplemente estúpido para que estas pasiones vulgares en una partida de taberna, desorbitadas por el poder, lleven a una sociedad al cataclismo.
Si lo dice de corazón, ¿por qué no abandona la vida? Está en su derecho, si lo ha meditado bien. Por el contrario, si se trata de una broma, se muestra frívolo en asuntos que no lo requieren.
Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania
Dios, Satanás, el paraíso y el infierno; todo desapareció un día a mis quince años, cuando abruptamente perdí mi fe.... Y después, para probar mi recién descubierto ateísmo, me compré un sándwich de jamón..., por lo que probé por primera vez la carne prohibida de los cerdos. No me golpeó ningún rayo.... Desde ese día hasta hoy he pensado en mí mismo como una persona totalmente secular
En la naturaleza no existe lo gratuito. Todo es funcional. Los bellísimos colores de una mariposa no tienen otro fin que el de mimetizarse con el paisaje. Cuando el hombre inventó el arte profanó esa ley de causalidad.
Es achaque de gobiernos primerizos dejar la economía en manos expertas, porque al profano le parece difícil, y tomar en manos propias, no expertas, la política exterior, porque al profano le parece fácil.
Sentimos todos que la calma que resplandecía como la luz del sol sobre el rostro y el cuerpo de la muerta, era sólo un símbolo terrenal de la tranquilidad de que disfrutaría durante toda la eternidad.
El objetivo último de la arquitectura es la creación de un paraíso. Es el único propósito de construir una casa. Cada producto de la arquitectura debe ser un fruto de nuestro esfuerzo para construir un paraíso terrenal para las personas
En la América de hoy... tenemos a Woody Allen, cuyo humor se ha vuelto tan sofisticado que sólo lo entiende Mia Farrow. Los que crean que Mia Farrow debería volver a hacer películas donde el demonio la deja preñada y Woody Allen debería volver a disfrazarse de espermatozoide, que levanten la mano. Gracias.
Lo que ocurre es que si tienes un cerebro tan sofisticado y astuto como el nuestro, pero lo desconectas del corazón -en el sentido literario del corazón como la sede del amor y la compasión-, entonces lo que surge es una criatura muy peligrosa. Y eso es lo que somos ahora mismo.
Una de las causas más comunes del fracaso es el hábito de abandonar cuando uno se ve presa de una frustración temporal
Las olas, al retirarse, dejaban de vez en cuando la arena tan seca como la del desierto; y los árboles y arbustos se estremecían y se sacudían en incesante agitación, como el oleaje de un temporal en plena noche.
En ciertas mentes, la defensa del espíritu humano se identificaba francamente con la defensa de una nación en particular, concebida como la morada de todo el conocimiento. En otras, la injusticia social despertaba una fidelidad proletaria militante, la cual, si bien era cosmopolita en esencia, contaminaba con pasiones sectarias por igual a sus adalides y a sus enemigos.
La debilidad clásica, casi congénita, de la conciencia nacional de los países subdesarrollados no es sólo la consecuencia de la mutilación del hombre colonizado por el régimen colonial. Es también el resultado de la pereza de la burguesía nacional, de su limitación, de la formación profundamente cosmopolita de su espíritu.