He investigado la anatomía de las abejas en las diversas secciones de su cuerpo. Así, en el abdomen, que sigue a su cintura, se halla una vejiga clara. Si la abrimos y la probamos, veremos que contiene un líquido que sabe a miel finísima.
Requemado por el sol y la violada, redondeada, iridiscente, gelatinosa y violada vejiga de una medusa flotando cerca del bote.