El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.
En el clamor de la insurrección es fácil olvidar el motivo por el que luchamos
El pueblo se inquieta al ver llorar, como si un sollozo fuera más grave que una hemorragia
Amo a mi país, ¡Por los arenques que lo amo! Quisiera que ver pudierais las lágrimas que sollozo al pensar en el barco, en el tren de los emigrantes.
Tus ojos son las fuentes del llanto y de la luz.
El llanto es el refugio de las mujeres feas, pero la ruina de las bonitas.