Ramón ya estaba perdido para la causa de la renovación desde un orden y sorprendía que militares de prestigio como Queipo de Llano secundaran sus veleidades republicanas, a sus años, con la misma ligereza que utilizaría para hacerse filocomunista un 'señorito aviador' como Hidalgo de Cisneros.
En chanza se prueba la buena educación. El hombre culto la emplea con amenidad, ligereza y gracia. El majadero no usa en ella sino groserías que se graban el corazón como injurias
Reinaba entonces en el ejército español un pundonor llevado hasta la más excesiva delicadeza y mi padre exageraba aún este exceso, cosa de que no puedo culparlo, pues el honor es, ciertamente, el alma y la vida de un militar.
La delicadeza sintetiza lo bello.
Pero si lo infinito estuviera constituido por un número limitado de partes, cada una de éstas (quiero decir por ejemplo, el agua o el fuego) sería también, necesariamente, infinita. pero eso es imposible: pues se ha demostrado ya que ni la gravedad ni la levedad son infinitas.
Sus pies pisaban con involuntaria levedad al avanzar hacia las ruinas, que combinaban la devastación de la naturaleza con la de las pasiones humanas, quizá más sangrienta y salvaje que la primera.
La inconstancia lo hecha todo a perder, ella no deja que ninguna semilla germine.
Hay una inconstancia que proviene de la ligereza del espíritu o de su debilidad, que le hace acoger todas las opiniones ajenas, y hay otra, más excusable, que proviene del hastío de las cosas.
El ajedrez es una frivolidad primorosa
El silencio forja el sentido. Y lo estamos abandonando a cambio de una superficialidad banal e insulsa. Ruido a todas horas en todas partes para no tener que pensar
La unilateralidad y la superficialidad son también subjetivismo, porque todas las cosas objetivas se hallan en realidad ligadas unas con otras y se rigen por leyes internas; sin embargo, hay personas que, en lugar de reflejar las cosas tal como son, las consideran de modo unilateral o superficial, e ignoran sus relaciones recíprocas y sus leyes internas, por tanto su método es subjetivista.
Vemos que el Sagitario era signo de la Contemplación, Estudio y buen Impulso, con su séquito y servidores, que tienen por objeto y sujeto el campo de la Verdad y del Bien para formar el Intelecto y la Voluntad, de donde queda muy lejos la Ignorancia afectada y la despreocupación vil.
La informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad. Igual puedes robar el dinero de una persona si robas su tiempo.
La cólera se transforma muy fácilmente en concupiscencia agresiva y la pena, si se la da una oportunidad, se convierte, de modo casi imperceptible, en la sensualidad más deliciosa.
La espiritualización de la sensualidad se llama amor.
Salud piden los hombres a los dioses en sus oraciones, pero no se percatan de que tienen en sí mismos control sobre ella y en que, como hacen por su desenfreno lo contrario de lo debido, se convierten en traidores de su salud por sus propios apetitos.
También en la moderación hay un término medio, y quien no da con él es víctima de un error parecido al de quien se excede por desenfreno
El gran peligro de Europa es la disolución de la unidad de España.
Sí, sin vacilaciones ni reservas mentales ni de ningún orden, a las autonomías (..) Pero no, claramente no, a un entendimiento ligero de las autonomías como disolución de una patria común forjada por la historia.
En Italia un mozo de hotel, un aldeano, un facchino que encontréis en la calle, saben hablar, entender, razonar: juzgan de todas las cosas, conocen los hombres, discuten de política; manejan ideas y palabras de una manera instintiva, pero muchas veces con brillantez, siempre con desenvoltura y casi siempre con acierto.
Era una época en la que yo creía que la esposa era el objeto de lujuria del marido, nacida para complacerle en todo momento, en lugar de pensar que, en realidad, era una compañera y un socio en todas las alegrías y tristezas del esposo. (Mayo de 1897, reflexión sobre un incidente con su mujer Kasturbai).
La lujuria es como la pimienta, que no se tolera sino a pequeñas dosis.
La transposición así cumplida del libido de objeto en libido narcisista conlleva manifiestamente, una resignación de las metas sexuales, una desexualización y, por lo tanto, una suerte de sublimación.
La libido es desviada para que actúe de una manera socialmente útil, dentro de la cual el individuo trabaja para sí mismo sólo en tanto que trabaja para el aparato, y está comprometido en actividades que por lo general no coinciden con sus propias facultades y deseos.