Nada es irreparable en la política.
Los hechos son el principio, el medio, el fin; hace un daño irreparable descansar sobre grandes discursos.
Tal vez existía en los hombres un instinto para la preservación de la vida que, si no era tan fuerte como el instinto de matar, al menos siempre estaba presente para equilibrar la destrucción: una necesidad de afirmar, por un hecho tan objetivo como un acto de misericordia, la importancia del gesto personal frente al generalizado e inevitable conocimiento de la muerte.
Vivimos un modelo social cambiante, con la reducción inevitable de las audiencias de los medios tradicionales ante Internet y el mundo digital. La presión de la inmediatez, el miedo que suscitan los cambios venideros no puede, ni debe, hacernos olvidar el compromiso inquebrantable que tenemos con la verdad, a pesar de que esta duela o no venda periódicos.
Es triste robarle la oportunidad a ciertas películas de ser vistas en el cine. Y, efectivamente, afecta al mercado y a la mística de ir al cine, mucho. Pero es una realidad ineludible y si ha de piratear, piratee buenas copias.
No olvidéis que la poesía, si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva, es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin, cruzada o crucificada, si queréis, por los llamados sin fin y tendida humildemente, humildemente, para el invento del amor
Es dulce ser la única fuente, la causa tiránica e inapelable de las grandes dichas y de la desesperación más honda de otro ser.
Los deseos se estrellan contra la inexorable inercia del silencio.
La vida es un arbusto de abundante ramificación, continuamente podado por el inexorable ángel de la muerte de la extinción, no una predecible escalera de progreso
Tengamos en cuenta que la virtud, el saber, el amor a la libertad son las cualidades que desencadenan la fatal venganza de los inquisidores y que, cuando las mismas son destruidas, dejan a la sociedad en la más vergonzosa ignorancia, corrupción, y sometimiento.
Las máquinas, lo mismo que la división del trabajo, en el actual sistema de la economía social, son a la vez fuente de riqueza y causa permanente y fatal de miseria.
No tenía a nadie en el mundo y le era necesario buscar las huellas de la casa junto al río. Era un detective del pasado que buscaba sombras que le dieran la clave de su derrota. Cruzaría el tiempo para hablar con sus abuelos muertos. Era una paria. En ambos lados del océano era extranjera y sospechosa. Había huido a México, y después había huido de México.
El arte de la política consiste en saber precisamente cuando es necesario golpear al oponente por debajo del cinturón
El peronismo no es ni bueno ni es malo, es incorregible
Soy un militante incorregible del optimismo. Para no ser un estúpido, el optimista debe saber que el mundo puede ser un sitio muy triste. Sólo un pesimista encuentra cada día lo más nuevo. ¿Puede un hombre sensato darse el lujo de ser pesimista? Eso era un lujo para tiempos menos complicados.
Marx y Engels fueron los primeros en dilucidar en sus obras científicas que el socialismo no es una invención de soñadores, sino la meta y el resultado ineluctable del desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad contemporánea. Toda la historia escrita ha sido hasta ahora la historia de la lucha de clases, la sucesión del dominio y las victorias de unas clases sociales sobre otras.
El erotismo (...) es un método de disciplina interior que pretende sobreponer la conciencia a la posibilidad ineluctable de la muerte mediante su imitación.
No sabe qué es peor, un pasado irrecuperable o un presente que lo destruirá si lo observa con demasiada atención. Luego está el futuro. Puro vértigo.
Todo, entre los mortales, tiene el valor de los irrecuperable y lo azaroso El Inmortal
La naturaleza no podría engendrar nada nuevo, si la obligasen a conservar lo viejo. Las formas son infinitas, pero la materia no, y es forzoso fundir el bronce de las estatuas pasadas para hacer las futuras. Por eso, si los ancianos no murieran, los niños cesarían de nacer. Por eso la muerte mantiene el amor sobre la Tierra.
No ignoro que me tacharán de cruel, pero sé muy bien quiénes serán ésos...Debo recurrir, pues, al instrumento insensible de la justicia, al hacha, que es forzoso que caiga sobre la cabeza de los culpables.
Y para los amantes su amor desesperado podrá ser un delito... pero nunca un pecado.
El éxito es como un terrible desastre peor que tu casa ardiendo, los ruidos del derribo cuando las vigas caen cada vez más deprisa mientras tú sigues allí, testigo desesperado de tu condenación.