Cuando me miro en el espejo veo a la niña que era cuando yo era pequeña, con los tirantes, los dientes torcidos, una cara infantil y un cuerpo delgado
Cuando penetramos en el cuento de hadas, avanzamos por una galería compuesta íntegramente por espejos con cristales cóncavos y convexos en una mezcla grandiosa y falaz. Un espejo me muestra tan delgado como un alfiler, el siguiente me devuelve una imagen de obesidad aplastada. En el tercero, aparezco dividido por la mitad y ya no soy una persona, sino dos o tres o diez.
La flor encantadora y delicada que sobre esbelto tallo se mecía, la vio ufana la luz de un solo día, luego desapareció.
Cuando los nazis sacaron a el judaísmo de la cultura lo que les quedaba era un esqueleto raquítico infame que no representaba era nada
Como un guante famélico el día se me escapa de los dedos.
Paso mis días preparandome para la vida, no para la muerte. No han podido negarme de hacer lo que quiero cada día. Creo en la vida, creo en la libertad, por ello mi mente no es consumido por la muerte. Es amor, la vida y aquellas cosas. De muchas formas, en muchos de mis días, solo mi cuerpo esta acá, y mi mente esta en lo que esta pasando en todo el mundo.
El artista debe crear una chispa antes de que pueda ver fuego y antes de que el arte nazca, el artista debe estar listo para ser consumido por el fuego de su propia creación.
Un científico es un hombre tan endeble y humano como cualquiera; sin embargo, la búsqueda científica puede ennoblecerle, incluso en contra de su voluntad.
Aquí sentado, tan endeble y vulnerable, callado mientras dejo que el diablo me hable. Me confunde, su voz me aturde y me abandono, solo si cierro los ojos veo ese trono que merezco y que no tengo. Jamás pondré mi alma en venta, prefiero ser feliz don nadie a ser leyenda muerta
Como todavía soy débil en el amor, imperfecto en la virtud, necesito tu fuerza y tus consuelos
Sino lo que es necio ante el mundo lo ha elegido Dios para deshonrar a los sabios; y lo que es débil ante el mundo lo ha elegido Dios para deshonrar a lo fuerte. Y lo innoble ante el mundo y lo despreciado lo ha elegido Dios, y lo que es nada, para aniquilar a lo que es algo.
Nuestra intuición de Dios es una prueba insuficiente de su existencia. Hay otra más sólida: nuestra capacidad de dudar de él.
A deshora me levanto de la cama sin nada que hacer, me declaro insuficiente y siempre fuera de la ley.
Tocar al niño es tocar el punto más delicado y vital, donde todo puede decidirse y renovarse, donde todo está lleno de vida, donde se hallan encerrados los secretos del alma, por ahí se elabora la educación del hombre del mañana.
Virtud y sabor son casi lo mismo, porque la virtud es poco más que un gusto activo y el más delicado afecto de cada uno se combina en el amor verdadero. ¿Cómo es posible entonces que busquemos amor en las grandes ciudades, donde el egoísmo, la disipación y la insinceridad ocupan el lugar de la ternura, la sencillez y la verdad?