No se puede decir más claro que la CEDA, que no se fijaba en la calidad de las personas, fue a la colaboración con los lerrouxistas a sabiendas de que iba a encubrir los negocios sucios, a colaborar con ellos. Y ya conocéis el viejo axioma español que dice: ¡A autores y encubridores, pena por igual!
La gente perdona los errores, porque los errores suelen ser cosas de la mente, del juicio. Pero no se perdonan fácilmente los errores del corazón, la mala intención, los malos motivos, la justificación que por orgullo pretende encubrir el error.
La venganza denota un alma baja que no sabe ni es capaz de disimular el más mínimo agravio.
En el País Vasco, en plena Europa democrática, tenemos actualmente docenas de Salman Rushdies. Reina el miedo, un miedo palpable en la vida cotidiana que hace hablar en voz baja o disimular lo que se piensa, como en los peores momentos de la dictadura franquista.
En primer lugar, debemos prender fuego a sus sinagogas o escuelas y enterrar y tapar con suciedad todo lo que no prendamos fuego... De modo que Dios vea que nosotros somos cristianos y que no aprobamos ni toleramos a sabiendas tales mentiras, maldiciones y blasfemias a Su Hijo y a sus cristianos
Sobre los pueblos más ricos, caen con fuerza las cortes, los dueños de la tierra matan al que la siembra. Pero nunca pudieron tapar la mirada, ni jugar con la voz del poeta.
Por juego, cargué a mi madre en la espalda sin poder contener el llanto ni avanzar más de tres pasos ¡Pesaba tan poco!
Nosotros consideramos que el sentimiento del deber, profundamente arraigado en una naturaleza de hombre, es capaz de contener por tres horas el mar de demencia que lo está ahogando. Pero de tal heroísmo mental, la razón no se recobra.
La verdad es como el sol, puedes ocultarla por un tiempo, pero no va a desaparecer
El choque de las opiniones contrarias hace desaparecer los visos de la verdad.
También Emma habría deseado huir de la vida, esfumarse en un abrazo.
Hay que refugiarse en la filosofía si se quiere conocer a Dios.
Si encontráis a un hombre virtuoso y bueno, no le apartéis de vosotros; honradlo para que no tenga que huir de vosotros y refugiarse en desiertos y cavernas u otros lugares solitarios, lejos de vuestra insidias; miradlo como a dioses terrenales, merecedores de estatuas y simulacros
¿Qué puedo decirte de los seres humanos? me sorprenden tanto por sus buenas cualidades como por las malas. Son extraordinariamente diferentes, aunque todos conocen un idéntico destino. Imagínate a un grupo de gente bajo un temporal: la mayoría se afanará por guarecerse de la lluvia, pero eso no significa que todos sean iguales. Incluso en esa tesitura cada cual se protege de la lluvia a su manera
Cuando los hermosos ojos de una mujer se comienzan a velar con lágrimas, quien empieza a no ver claro es el hombre
Eduardo, como el resto de víctimas era uno de los nuestros, un trabajador de nuestra tierra, defensor de Euskadi, y ETA ha querido acabar con un agente cuyo único delito era velar por la seguridad de todos los vascos.
A decir verdad Dios no parece necesitar razones para hacer lo que hace y para omitir lo que omite, al igual que sus criaturas
Además, cuando nosotros concluimos que Dios no ha podido dejar de hacer aquello que ha hecho, lo deducimos de su perfección, porque en Dios sería una imperfección el poder omitir lo que hace.
Querrá sepultar la cara entre sus manos y llorar y gemir rogando una piedad que sabe que no existe
Hasta una pluma que vuela puede dibujar tu figura, o el rayo que juega al escondite entre los muebles, o el guiño del espejo de un niño, desde los tejados.
Me desconcierta su alegría hasta que caigo en que la eliminación de los profesionales le da una posibilidad de supervivencia, igual que al resto de nosotros. Se me pasa por la cabeza salir de mi escondite y reclutarla como segunda aliada, pero lo descarto. Su sonrisa maliciosa tiene algo que me deja claro que si me hiciera amiga de la Comadreja acabaría con un puñal clavado en la espalda.
Falleció un humorista amigo en la mayor indigencia y entonces con otros colegas decidimos hacer una colecta para enterrarlo. Me dirigí a un señor y le pedí 10 pesos para enterrar a un humorista, el hombre me dio 30 y me dijo: Tome, entierre tres
Confieso que enterrar a algunas personas constituye un gran placer.
Si se practican métodos como cubrir el suelo con paja y sembrar trébol como cobertura en vez de utilizar maquinaria y productos químicos creados por el hombre para emprender una guerra de aniquilación, entonces el medio volverá a su equilibrio natural e incluso las malas hierbas problemáticas podrán ser controladas.
Existen secretos legítimos: tu historial médico. Pero el secreto no debería ser usado para cubrir abusos.