Amar a una sola es muy poco; amar a todas es ser superficial; pero conocernos a nosotros mismos y amar a cuantas no sea posible, saber ocultar en nuestra propia alma las potencias del amor, de modo que ésta se alimente de ellas, que nuestra conciencia abrace el todo, ¡eso sí es el placer, eso sí es la vida!
¿Acaso puedo ocultar mi pensamiento a la mujer a la que más respeto, de la que no he recibido sino ternura y toda la bondad del mundo, a la mejor de las madres?
También quise expresar la fuerza del cine para esconder la realidad mientras entretiene.
Me da un ataque de histeria: ¿Por qué hay que esconder a mi marido? ¿Quién es? ¿Un asesino? ¿Un criminal? ¿Un preso común? ¿A quién enterramos?. Mamá me dice: Calma, calma, hija mía. Y me acaricia la cabeza, me toma de la mano. El coronel informa por la radio: Solicito permiso para dirigirme al cementerio. A la esposa le ha dado un ataque de histeria...
Nunca debes huir de algo inmortal. Atraerás su atención. Nunca huyas. Camina despacio y finge que estás pensando en otras cosas. Canta una canción, recita un poema, ensaya alguno de tus trucos, pero camina despacio y quizá no te siga. Has de caminar muy despacio, mago.
El humor es una cobardía, una manera de huir de la realidad.
Si los veintitantos que esta vez han conseguido escabullirse sienten en los próximos tiempos el acoso no solo del GAL, sino también de la Gendarmería, va a ser muy difícil seguir planeando atentados al otro lado de la frontera. Por fin los hechos demuestran que hay alternativas eficaces a la frustrante exhortación a la paciencia que era endémica en nuestra clase política. 15 de enero de 1984
El público, la mayoría de las veces, perdona los errores, pero no va a perdonar el tratar de escabullirse de uno
También Emma habría deseado huir de la vida, esfumarse en un abrazo.
...cuanto más exactos son los cálculos, más conceptos tienden a desvanecerse en el aire
Él, tan apacible y tranquilo de ordinario, había visto evaporarse en el aire tanto sus buenos principios como su mansedumbre.
También Emma hubiese querido, huyendo de la vida, evaporarse en un abrazo.
Nunca jamás una carta a nadie, un mensaje, un retrato, ni la más leve esperanza. Siempre, a través de los años, el mismo silencio, la misma espera sin fin. Tan sólo aquel airoso caballo negro y aquella alegre yegua blanca que, al caer la tarde, solían mirar el castillo desde un promontorio, para enseguida escapar muy junto galopando como alma que lleva el diablo y sacudiendo sin cesar las crines.
El internet es la bestia que mató a las otras bestias de las editoriales, radios, diarios y tv. Si en el tiempo de cesar Vallejo hubiese existido el internet lo hubiese tomado dos años nada más para hacer conocer toda su poesía por todo el mundo.
Con un poco de paciencia, veremos terminarse el reino de las brujas, sus hechizos se disolverán, y la gente recuperará su verdadera motivación: devolver al gobierno sus verdaderos principios.
Quiero morir a los 100 años con una bandera americana a la espalda y la estrella de Texas en el casco, descendiendo gritando por los Alpes sobre la bici, a 120km/h, cruzar mi última meta y oir mi esposa con mis diez hijos aplaudiendo y luego tumbarme en un campo de girasoles franceses y expirar con elegancia
La ecología de un bosque es muy delicada. Si el bosque perece, la fauna puede extinguirse junto con él.
Las computadoras personales son como los dinosaurios, destinadas a extinguirse con la llegada de internet.
Pushkin, tan aficionado a reír, a medida que yo leía se iba poniendo cada vez más sombrío, y al acabarse la lectura exclamó con desesperación: ¡Dios mío, qué triste es nuestra Rusia! En aquel momento me di cuenta de la importancia que podía tener todo cuanto saliera directamente del alma, y, en general, todo cuanto poseyera una verdad interior.
Un hombre vulgar puede acabarse lo mismo que un gran hombre.
Siempre es bueno cuando se tienen amores ausentarse por algún tiempo. Así podemos cerciorarnos de si es cariño efectivo el que nos tienen o es capricho pasajero.
¡Es preferible irse a pique que rendir el pabellón!
Solía Diógenes algunas veces irse a las estatuas y demandarles alguna cosa. Y como se maravillasen de esto los que lo veían, dijo: Hago esto para acostumbrarme a no moverme ni perturbarme si alguna vez demandare algo a los hombres y no lo alcanzare.
Las primaveras al marcharse dejan las lloviznas de otoño preparadas...Pequeña, ve despacio, mucho juicio, no te quemen tus llamas.
Obedecer..., camino seguro. —Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. —Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse
Ese hombre es bueno que hace el bien a los demás, si él sufre a causa del bien que hace, él es muy bueno, si él sufre a manos de aquellos a quienes ha hecho el bien, entonces su bondad es tan grande que se podría puede mejorar sólo por mayores sufrimientos, y si había de morir a manos de ellos, su virtud no puede ir más allá: es heroico, es perfecto.
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo he de morir para que tú no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos.
Tuve que luchar contra mí misma para no caer en esa anticipación del desamparo y de la desdicha, para volver a ejecutar actos cotidianos, saber que aún vivías y estarías pronto de vuelta en el Jardín Azul.
Temíamos caer violentamente en el silencio como en un abismo y nos mirábamos con laconismo como armados guerreros frente a frente.
Nunca me he tomado esto como una cuenta atras hasta los 21. No se. No soy mucho de, 'Si! vamos a salir y a echarnos a perder. tengo 21!'. Será bueno porque voy a poder ir a una gran cantidad de conciertos que mis amigos siempre van, dijo, aparte de eso, no creo que me vaya a dar un repentino enamoramiento con la idea de ir a clubs
Nunca he querido ir a Japón, simplemente porque no me gusta el pescado, y sé que es muy popular allá en África.
En lugar de destruir la igualdad natural, el pacto fundamental, por el contrario, sustituye la desigualdad física que la naturaleza pudo haber establecido entre los Hombres por una igualdad moral y legítima. Los Hombres, pudiendo ser desiguales en fuerza o en talento, se hacen iguales por convención y por derecho. Final del Libro I - El Contrato Social
Cuando los dioses quieren destruir a un hombre, primero lo enloquecen.