El hombre avaricioso está lleno de temores, y quien vive con temor será siempre un siervo.
Un exacerbado individualismo es el caldo de cultivo en el que el sentimiento de poder es engendrado y alimentado; por este motivo, es egocéntrico, en el sentido de que se afirma a sí mismo de forma arrogante y a menudo violenta cuando poniéndose en acción trata de sojuzgar a los otros.
El individualismo no es tanto un fin como un camino, no el mejor, sino el único.
El hombre es el más individualista de todos los animales; pero al mismo tiempo y este es uno de sus rasgos distintivos- es eminente, instintiva y fatalmente socialista.
Desde el punto de vista individualista del anarquismo, parece difícil mostrarse hostil a seres humanos que, contando solamente con su vitalidad individual, intentan realizar todas o parte de sus aspiraciones