El desarrollo tecnológico, controlado por un reducido número de grupos privados, ha llevado al Estado capitalista al cenit de su potencia; pero, al mismo tiempo, a un punto álgido de la crisis de ese tipo de Estado.
Sólo nos queda mirar la luz de la luciérnaga, ese débil chispazo de la hoguera del verano más breve que la memoria de una ola. Miremos la luz de la luciérnaga. A ella se ha reducido el mundo.
Mi grandeza no reside en no haber caído nunca, sino en haberme levantado siempre
-Ustedes son ochenta en el vagón agregó el oficial alemán-. Si falta alguno, todos serán fusilados como perros...Se fueron. Las puertas volvieron a cerrarse. Habíamos caído en la trampa hasta el cuello. Las puertas estaban clavadas, el camino de retorno definitivamente cortado. El mundo era un vagón herméticamente cerrado.
Qué cantidad más absurda de energía he gastado en mi vida tratando de entender cómo las cosas realmente son, cuando casi siempre no fueron así.
Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas imperceptibles.
En aprieto y en lugar estrecho no es fácil retirarse en el momento de peligro ni revolver los barcos, que es toda la obra y arte de las naves ligeras y de buenos marineros; antes es forzoso combatir como si estuviesen en tierra firme entre gente de infantería, y en tal caso, los que poseen más naves tienen más ventaja.
La única forma posible de que perduren valores tales como la confianza y la prudencia, es a través de un estrecho contacto
La movilidad del comercio y de los pueblos, debido al sistema económico que impera, ha debilitado o destruido la conexión entre las obras de arte y el genius loci cual fueron una vez expresión natural.
No tengo ninguna esperanza en Occidente, y ningún ruso debería tenerla... La excesiva comodidad y prosperidad han debilitado su voluntad y su razón
Mucho más excelente es la virtud del que permanece fiel a la práctica del bien,aunque el país se halle carente de leyes y sufra una deficiente administración.
Una infancia feliz es deficiente preparación de los contactos humanos.