Kicillof me hace acordar a Vargas Llosa. Cuando yo era estudiante en los 60, Vargas Llosa era un convencido marxista, vamos a ver cómo piensa Kicilloff dentro de 10 o 15 años
Lo más importante que tiene que saber un estudiante que sale de la escuela es qué es y qué no es la arquitectura
Considero que el peor defecto de la educación es el sistema escolar que opera fundamentalmente a base del temor, la coacción y la autoridad artificial de los maestros
Considero que el peor defecto de la educación es el sistema escolar que opera fundamentalmene a base del temor, la coacción y la autoridad artificial de los maestros.
Es preciso que el educando vaya asumiendo el papel de sujeto de la producción de su entendimiento del mundo y no sólo el de recibidor de lo que el profesor le transfiera.
Una de las tareas esenciales de la escuela, como centro de producción sistemática de conocimiento, es trabajar críticamente la inteligibilidad de las cosas y de los hechos y su comunicabilidad. Por eso es imprescindible que la escuela incite constantemente la curiosidad del educando en vez de ablandarla o domesticarla.
Si hay un concepto discutible y discutido en la teoría política y en la ciencia constitucional, es precisamente el de nación... es algo que, en efecto, sabe cualquier estudiante de Derecho.
Yo, sin saber cómo ni por qué, iba a un Congreso de Intelectuales Antifascistas, aunque yo no era anti nada, ni intelectual tampoco, sólo era estudiante y coreógrafa universitaria.
Mi lengua y mi estilo son tan imprecisos que en esto me quedo atrás con respecto a muchos malos escritores. Hasta un principiante o un escolar puede reírse de mi lengua. Cuando cojo la pluma, me siento como paralizado.
La escuela es una fuerza enorme, las principales naciones y el modo de vida y el destino de los aspectos básicos de la educación escolar y los principios
Una de las tareas esenciales de la escuela, como centro de producción sistemática de conocimiento, es trabajar críticamente la inteligibilidad de las cosas y de los hechos y su comunicabilidad. Por eso es imprescindible que la escuela incite constantemente la curiosidad del educando en vez de ablandarla o domesticarla.
Es preciso que el educando vaya asumiendo el papel de sujeto de la producción de su entendimiento del mundo y no sólo el de recibidor de lo que el profesor le transfiera.