Mantén tu alumno atento a los fenómenos de la naturaleza. Pronto se habrá vuelto curioso.
... sin un gran entusiasmo, sin la decisión de dirigir la mirada hacia abajo, sin la sed de conocer, sin la disposición a despojarse de toda presunción para ser alumno modesto, será imposible realizar ninguna investigación o hacerla bien.
La mayoría de las personas no llegamos a ser lo que podríamos ser. Porque el desarrollo no es ser tanto o mejor que los otros, sino todo lo que uno pueda llegar a ser. Casi nadie, yo el primero, llega a todo lo que pueda ser. Todavía soy aprendiz de mí mismo.
El hombre es un aprendiz y el dolor es su amo.
Una de las tareas esenciales de la escuela, como centro de producción sistemática de conocimiento, es trabajar críticamente la inteligibilidad de las cosas y de los hechos y su comunicabilidad. Por eso es imprescindible que la escuela incite constantemente la curiosidad del educando en vez de ablandarla o domesticarla.
Es preciso que el educando vaya asumiendo el papel de sujeto de la producción de su entendimiento del mundo y no sólo el de recibidor de lo que el profesor le transfiera.
Es en efecto cuando divulgo lo privado de mí mismo cuando más me expongo: no por el riesgo del escándalo, sino porque así presento mi imaginario en su consistencia más fuerte; y el imaginario es precisamente lo que ofrece un blanco a los otros, lo que no está protegido por ningún vuelco, ninguna dislocación.
Para el hombre moderno, la casa ya no es una fortaleza frente a los enemigos, ladrones o demonios, sino un marco apacible, bello y liberador para vivir ligado a la naturaleza y protegido de los rigores climáticos.