Ningún deseo puede crear su propia satisfacción, ningún juicio puede ser juzgado verdadero por sí mismo, ningún razonamiento puede concluir por sí mismo que está bien fundado
Cuando el gallo menudea la garganta se me afina y el juicio se me clarea. Yo soy como el espinito que en la sabana florea le doy aroma al que pasa y espino al que me menea.
Pero a miseria y ruindad de estas gentes constituye propiamente su razón de vivir.
Creo que España no debe pedir perdón. ¿Por qué? Se trata de otra España. Hubo un mestizaje histórico que se dio así, entonces no veo la razón de por qué pedir perdón, si acaso deberían pedirlo los abuelos de los mexicanos, que son más responsables que los míos.
El entendimiento natural puede suplir a la cultura, pero ésta nunca puede suplir a aquél
En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un misterio, reside él en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del interés concreto a que se sirve
De nuevo empezaron los lamentos desgarradores, los típicos gritos hidro-cefálicos, a cuya impresión dolorosa sólo el médico es capaz de resistir, precisamente porque los reconoce como un fenómeno típico. Lo típico deja frío, sólo lo individual es capaz de trastornarnos. Así se explica la ecuanimidad de la conciencia ante el dolor.
El hombre de acción es sin conciencia, sólo hay conciencia en el contemplativo.
La apreciación desinteresada del reino de las cosas hará que el mundo que te rodea cobre vida de un modo que ni siquiera puedes comenzar a comprender con la mente.
Exposición, crítica y apreciación son labores de mentes de segunda fila.
Quien con perspicacia declara su limitación se halla muy cerca de la perfección.
En las mujeres, el instinto equivale a la perspicacia de los grandes hombres.
La grandeza de una nación depende de la grandeza de su líder, y el porvenir de un pueblo se decide por la clarividencia de su líder.
—Es una analogía muy gráfica que ayuda a la comprensión de una forma maravillosa, sin dejar de ser, estrictamente hablando, errónea en todos los sentidos posibles —comentó Ponder.
Estar en contacto directo con algo exige un enfoque total, no meramente intelectual, emocional o sentimental. Requiere una comprensión total
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento
El conocimiento puede ser de dos especies: o bien conocemos un tema nosotros mismos, o bien sabemos donde encontrar información sobre él.
La acción es sólo el pensamiento condensado, concreto ya, oscuro, inconsciente
No hay lugar tan estrecho donde no se pueda elevar el pensamiento al cielo
La sabiduría y la prudencia de nada sirven si no se presenta una ocasión propicia; los buenos arados nada pueden por sí solos, si no se presenta una estación favorable.
Si se admite que el suicidio es un crimen, sólo la cobardía puede impulsarnos a él. Si no es un crimen, tanto la prudencia como el valor nos obligan a desembarazarnos de la existencia cuando ésta se convierte en una carga
Aquel que en toda cosa está instruido, varón será perfecto y acabado; siempre aconsejará lo más valido. Bueno también será el que, no enseñado, en el tratar sus cosas se rigiere por parecer del docto y buen letrado. Mas el que ni el desvío lo entendiere, ni tomare del docto el buen consejo, turbado terná el seso y mientras fuere, será inútil en todo, mozo y viejo
Para gobernar locos es menester gran seso y para regir necios, gran saber
Cuando yo era chico, y vivía en un barrio, la gran novedad o logro era tener un auto, y cuanto más lujoso era el auto más reconocimiento para la familia que lo había obtenido. Pero había una distinción para nosotros, el reconocimiento a la familia era en función de qué había hecho para conseguir ese auto. Había familias que trabajan padres e hijos y se compraban un Seat. Y había familias que se ganaban la lotería y se compraban un Mercedes Benz. Y nosotros valorábamos al que trabajaba mucho y se había comprado el Seat. Le doy ese ejemplo porque a partir de ahí aprendí que no se evalúa lo conseguido sino lo merecido. Primero hay que ver si el medio está de acuerdo con que se evalúe lo merecido y no lo conseguido, la respuesta es no.
Su elegante distinción era evidente. Flotaba en el aire una densa fragancia de incienso, y el frufrú de las sedas reflejaba una riqueza ostentosa, pues era aquélla una casa donde se prefería la exhibición de lo que estaba de moda al atractivo más profundo de un discreto buen gusto.