Llevo sola dos años y estoy muy bien. Mi corazón está cuidándose mucho. No me gusta que me lastimen; estoy un poco cerrada al amor, Algún día pasará. Claro que me quiero casar y tener hijos. Pero primero los corazones tienen que sanar y el mío está en un proceso de sanación.
Acuérdate de que con la misma facilidad te puedes casar con una rica que con una pobre
Hay dos momentos hermosos en la vida: el momento en que uno se separa de una persona que aborrece, y el momento en que vuelve a unirse con otra persona que quiere.
Alemanes que deseen utilizar armas de fuego debería unirse a la SS o las SA - los ciudadanos no necesitan armas, como pistolas que no sirve al Estado.
Tengo deberes que cumplir y carezco de posición para contraer matrimonio. Sin embargo, eso no sería imposible: uno puede casarse siempre que al hacerlo sea capaz de cumplir con su deber: yo, por ejemplo, me casaría y dejaría a mi mujer por correr a cumplir con mi deber.
La edad de casarse llega mucho antes que la de quererse.
Llegan incluso a contraer matrimonio con ella, prorrogando su placer criminal con el refinamiento de un epicúreo. Pero con más frecuencia se encamina directamente a su objetivo, vence por la fuerza y devora a su víctima en un festín.
Al principio, el equipo de trabajo es unipersonal, pero el proyecto tiene éxito, comienzan a unirse a él más y más colaboradores
Dionisio dice: la carrera no es más que un retorno de todas las criaturas y un unirse en la descreación. Y cuando el alma llega a este punto, entonces pierde su nombre y Dios la atrae hacia sí, de manera que se anonada, así como el sol atrae hacia sí a la aurora para que se aniquile. (...) Pero la paz absoluta no está en ninguna parte excepto en un corazón separado.
El amor proyecta un delicioso espejismo que envuelve tan entera y únicamente a la persona de la que estamos enamorados, que la tontería que comete un hombre al casarse con una cocinera o con la amante de su mejor amigo es en general el único acto poético que cumple en el curso de su existencia.
Muchos hombres se enamoran de un hoyuelo y cometen el error de casarse con la chica entera.
Llegan incluso a contraer matrimonio con ella, prorrogando su placer criminal con el refinamiento de un epicúreo. Pero con más frecuencia se encamina directamente a su objetivo, vence por la fuerza y devora a su víctima en un festín.