El escrutinio escéptico es el medio, en ambas ciencia y religión, por medio del cual, los pensamientos profundos pueden ser arrancados de profundos disparates sin sentido.
La fe y la duda no tienen mucho que ver con el intelecto ni con el carácter. Son estados de espíritu. Por eso no son constantes, y siempre existe una predisposición hacia uno u otro de ellos. La experiencia personal ha convertido a más de un creyente en escéptico y a más de un escéptico en creyente.
Tuve el malicioso placer de confundir al lector, de mantenerle en la incógnita, privándome de la panoplia tradicional de los cómics: no hay malos, no hay verdadero suspense y no hay aventura en el propio sentido del término.
Pienso que si existiera un Dios, habría menos maldad en esta tierra. Creo que si el mal existe aquí abajo, entonces fue deseado así por Dios o está fuera de sus poderes evitarlo. Ahora, no puedo temer a un Dios que es o malicioso o débil. Lo reto sin miedo y me preocupan un comino sus rayos
Maldito sea el malpensado
Quiero perder el valor que gané por miedoso
Un político incrédulo no haría nada jamás por su patria.
La flecha de mi vida ha clavado sus rumbos en tu pecho y esquivo entre tus brazos el acecho de las cien rutas que mi paso olvida.
Si eres sospechoso de una falta que tus jueces hayan podido cometer, tú eres un hombre perdido
(...) que aún desde la oposición leal que respeto y que valoro, y desde la crítica responsable, que también respeto y valoro; digo que aún desde ahí me siento acompañado. Eso me honra y me compromete a trabajar aún más y mejor en la construcción de un Uruguay donde nacer no sea un problema, donde ser joven no sea sospechoso y donde envejecer no sea una condena (...)