Un verdadero marido siempre es desconfiado
Soy un gran falso mientras finjo la alegría, y tu el gran desconfiado cuando finjes simpatía.
Maldito sea el malpensado
Un político incrédulo no haría nada jamás por su patria.
Yo reconozco, amo y venero el canto a lo humano y el canto a lo divino, desde el punto de vista del texto literario y del punto de vista musical. Basta con conocer un verso a lo divino para conocer el espíritu fino, sabio y delicado del cantor chileno.
¡Nunca hubiera creído, chiquillo, que fueras tan delicado de paladar! ¡Malo, malo, y muy malo! En este mundo hijo mío hay que acostumbrarse a comer de todo, porque no se sabe lo que puede suceder. ¡Da el mundo tantas vueltas!