La historia del progreso está escrita con la sangre de hombres y mujeres que se han atrevido a abrazar una causa impopular, como, por ejemplo, el hombre negro al derecho de su cuerpo, o el derecho de la mujer a su alma.
Vosotros os habéis atrevido a rechazar el relativismo moral, y a decir que hay héroes como Miguel Ángel Blanco, y canallas como el Che Guevara; y eso no está de moda decirlo.
Tomando el fresco sobre el puente la luna y yo quedamos solas.
Galatea lo diga, salteada. Más agradable, menos zahareña, al mancebo levanta venturoso, dulce ya concediéndole y risueña paces no al sueño, treguas sí al reposo, lo cóncavo hacia de una peña a un fresco sitial dosel umbroso, y verdes celosías unas hiedras, trepando troncos y abrazando piedras.
Soy lo que tu quieras pero sinvergüenza no soy.
Si eres honesto y cometes un error honesto en los negocios, la mayoría de las personas entenderán y te ofrecerán una segunda oportunidad. Además de esto aprenderás de estos errores y crecerás para ser una mejor persona de negocios. Pero si eres un sinvergüenza y cometes un error, podrías ir a la cárcel o tus socios podrían lastimarte de muy eficientes maneras de hacerlo.
El público es más inteligente de lo que él mismo cree, pero no hay que decírselo, porque si no se vuelve aún más impertinente de lo que es de por sí.
El Holocausto fue un periodo obsceno en la historia de nuestra nación... No, no de neustra nación, pero en la Segunda Guerra Mundial. Quiero decir que todos nosotros hemos vivido en esto siglo. Yo no he vivido en este siglo, pero en la historia de este siglo.
El texto amoroso está hecho de pequeños narcisismos, de mezquindades psicológicas; carece de grandeza: o su grandeza es la de no poder alcanzar ninguna grandeza. Es pues, el momento imposible en que lo obsceno puede verdaderamente coincidir con la afirmación, el amén, el límite grado de lo obsceno.
Es el cínico el que bajo la pretensión de decir la verdad en todas partes y en todos los tiempos y a todo hombre de igual manera, el que hace gala de la verdad como de una imagen muerta, de un ídolo. Dándose la aureola de fanático de la verdad, que no puede tener consideración de la debilidad humana, destruye la verdad viva entre los hombres.
El cínico quiere justificar su palabra expresando en cada caso lo único que él cree conocer, perdiendo de vista el conjunto de la realidad, y precisamente por eso destruye totalmente la realidad, y su palabra, aun cuando tenga la apariencia superficial de la exactitud, es falsa.
Mira los lirios del campo como crecen sin trabajar ni tejer, pero Dios igual los viste; ni siquiera Salomón, lució jamás como ellos, pues si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa al fuego, el Señor la pinta bella, ¿qué no habrá de hacer contigo que fuiste hecho a semejanza de Él? (cita parafraseada de los Evangelios).
Tengo llena de verde la pupila: verde de campo, de tus ojos, verde de mar y de esperanza, en el que pinta rosas de amor tu hermana primavera...
El descortés es como un leproso del mundo distinguido
No andes, Sancho, desceñido y flojo; que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmazalado.
Hasta un reloj descompuesto da dos veces por día la hora justa
Era un barco de antigua escuela, más bien pequeño si acaso, todo él con un anticuado aire de patas de garra. curtido y atezado por el clima, entre los ciclones y las calmas de los cuatro océanos...