Ni tu nombre ni el mío son gran cosa, sólo unas cuantas letras, un dibujo si los vemos escritos, un sonido si alguien pronuncia juntas esas letras. Por eso no comprendo muy bien lo que me pasa, por qué tiemblo o me asombro, por qué sonrío o me impaciento, por qué hago tonterías o me pongo tan triste si me salen al paso las letras de tu nombre.
Tu nombre era innombrable, porque había naufragado en la playa de unos labios desierto.
Que otra cosa fue, en concepto de los hombre imparciales del país y en opinión del universo entero, sino un furioso brote comunista largamente planeado desde lejanas capitales marxistas y para cuya ejecución vinieron al país revolucionarios extranjeros de universal nombradía
En cinco años, me encantaría ser cabeza de cartel de mi propio Tour y estar en la carretera con 20 camiones y tener cambios de vestuario y magníficos vestidos y trucos pirotécnicos y de agua. Yo sólo quiero entretener a la gente de verdad
Tengo el orgullo de lucir este uniforme de preso con ustedes, porque prefiero morir en una cárcel podrido y no estar perfumado y bien vestido con el cartel de traidor a la Patria y al Ejército
El concepto del derecho que no corresponde a un deber es un derecho burgués, detrás del cual se esconde alguna alimaña de clase.
Tengo un muy mal concepto del periodismo, y muy mal concepto de los periodistas como colectivo. Peor concepto tengo de los entrenadores para que se quede tranquilo, y el primer ejemplo soy yo.
Reinaba entonces en el ejército español un pundonor llevado hasta la más excesiva delicadeza y mi padre exageraba aún este exceso, cosa de que no puedo culparlo, pues el honor es, ciertamente, el alma y la vida de un militar.
No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí
Es de gran importancia disfrazar las propias inclinaciones y desempeñar bien el papel de hipócrata
Toda novela es un testimonio cifrado; constituye una representación del mundo, pero de un mundo al que el novelista ha añadido alguna cosa: su resentimiento, su nostalgia, su crítica.
Algunos de los momentos más emocionantes de mi vida los he vivido con el fútbol. Tiene un elemento de representación que le emparenta con el teatro y el cine; y la solidaridad y el empeño común que tiene el juego es un trasunto beneficioso y pacífico de las batallas. Si no existiera el fútbol probablemente habría más peleas.