El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obre bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal.
No sé cuánto tiempo voy a estar en México, porque yo voy a donde el destino me lleve, pero aquí me han consentido bastante y además para mi fue un honor actuar al lado de Verónica Castro, quien me dio varios consejos que, estoy segura, me ayudarán a ser una mejor artista
Si el partido principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas.
Nuestro Movimiento incorpora el sentido católico —de gloriosa tradición y predominante en España— a la reconstrucción nacional. La Iglesia y el Estado concordarán sus facultades respectivas, sin que se admita intromisión o actividad alguna que menoscabe la dignidad del Estado o la integridad nacional
Hable a toda mujer como si estuviera enamorado de ella y a todo hombre como si le estuviera fastidiando a usted. Y pronto tendrá fama de poseer el más exquisito tacto social.
Le aconsejaría que mirase más a la fama que a la hacienda; porque la buena mujer no alcanza la buena fama solamente con ser buena, sino con parecerlo; que mucho más dañan a las honras de las mujeres las desenvolturas y libertades públicas que las maldades secretas.
A los nicaragüenses, a los Centroamericanos, a la Raza Indohispana....ante la patria y ante la Historia, juro que mi espada defenderá el decoro nacional y dará la redención a los oprimidos
Hasta nuestro propio decoro como pueblo viril nos obliga a someter cuanto antes, por la razón o por la fuerza, a un puñado de salvajes que destruyen nuestra principal riqueza y nos impide ocupar definitivamente en nombre de la ley del progreso y de nuestra propia seguridad los territorios más ricos y fértiles de la República
(...) Que a nosotros, que nacimos de celtas y de iberos, no nos cause vergüenza, sino satisfacción agradecida, hacer sonar en nuestros versos los broncos nombres de la tierra nuestra (...)
Si el placer de los sentidos no ocultase más que la satisfacción de una necesidad imperiosa, sería indiferente la hermosura o la fealdad del otro individuo.
Un hombre de nobles sentimientos y probidad de actos, es aquel que exige para él lo que impone a los demás, pero nunca exige lo que él otorga.
Quiero enseñarles el verdadero secreto de ganar dinero, el método infalible de llenar las bolsas vacías, y de conservarlas siempre llenas: Todo el negocio estriba en la rígida observancia de sos reglas sencillísimas. He aquí la primera: sean la probidad y el trabajo vuestros constantes compañeros. Segunda: gastad un cuarto menos de lo que ganáis.
La caballerosidad en amores es un ayuno siempre expuesto a quebrantarse
La vergüenza delimita en el hombre los confines internos de las culpas. Donde empieza a avergonzarse, comienza exactamente su más noble yo.
Me gustaría deshacerme de las ilusiones. A mí lo que me fascina es tratar de acercarme a lo real, pero no sabemos nada. Y hoy vivo entre el aburrimiento y la vergüenza de pertenecer a un género animal como el ser humano. Por eso me gustaría ser un elefante, pero salvaje, no dejarme de nadie; aunque la tortura continúa, dentro de la poca libertad que logré.
Existe una evidencia muy grande de que cuanto mayor sea nuestra autoestima mejor vamos a poder tratar a los demás
Cultivemos esa autoestima y saquemos adelante esa visión global de nuestro planeta
El orgullo interviene más aún que la bondad en nuestras represiones a quienes han cometido algún yerro, y les reprendemos más que para corregirles, para convencerles de que estamos exentos de él.
El más noble orgullo para una mujer, por mucho que la hayas ofendido, es poder perdonar siempre, sin tener que arrepentirse
No votaba, apenas pagaba algunos impuestos; no podía engreírme ni de los derechos del contribuyente, ni de los del elector, ni siquiera del humilde derecho a la honorabilidad que veinte años de obediencia confieren al empleado. Mi existencia comenzaba a asombrarme seriamente. ¿No sería todo una simple apariencia?
Me honra saber que muchos me están recordando por las personas de todos los institutos, o sea, que me están diciendo las acciones que hago, es para estar orgulloso. ¿no?
Casarse de nuevo no es ningún insulto a la honra del difunto; cualquier mujer puede reverenciar la memoria del marido muerto y al mismo tiempo ser feliz en compañía de un segundo esposo.
¿Cómo conquistar bastiones y abatir la felonía, si el honor y la hidalguía se fueron de vacaciones?
Lo malo está en que nuestra admiración es improductiva y en que si nos dedicamos a revocar lo que se cae, a hacer la limpieza de lo que construyeron, seremos ridículos ante nuestros hijos.
Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta