El poeta debe escuchar con respeto la crítica ajena, porque el libro lanzado a la publicidad ya no le pertenece. Él lo entregó al juicio de los hombres, sin que nadie le obligase a ello. Asístele, sin embargo, el derecho de no ser demasiado dócil a admoniciones y consejos, y le conviene, sobre todo, desconfiar aún de sus propias definiciones.
Es innato en las personas y debes comprender que desear, que sentir, no es malo. Forma parte de tu yo sexual. Tu yo de ir por casa, tu yo formal, apagará tu yo sexual, lo hará dócil a ojos de la sociedad, presentable
Alegraos con su perdón, pero no olvidéis lo que os digo, porque un día ese joven de aspecto indolente e inofensivo causará la ruina de vuestra causa. ¡Hay muchos Marios en César!
El más dulce e inofensivo camino de la vida conduce a través de las avenidas de la ciencia y del saber.
Lo que a vosotros toca es que cada cual, dentro de su barco, guarde la ordenanza y sea muy obediente para hacer pronto lo que le fuere mandado, porque las más veces la ocasión de la victoria consiste en la presteza y diligencia en acometer cuando es tiempo.
Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?
Para lograr el conocimiento del espíritu, es indispensable la pureza de corazón: desechando todo mal pensamiento, manteniendo el ánimo sosegado sin jamás agitarse, ni irritarse por nada.
Señor, yo soy un hombre pacífico, manso, sosegado y sé disimular cualquier injuria porque tengo mujer e hijos que sustentar y criar.
El que tiene mucho apego a un rebaño es que tiene algo de borrego