Antes, por cinco marcos, el mismo Freud te trataba. Por diez te trataba y te planchaba los pantalones. Por quince marcos Freud permitía que tú le trataras a él, eso incluía una invitación a comer.
El único hombre que es realmente libre es aquel que puede rechazar una invitación a comer sin dar una excusa.
-Vos sos loco, ¡Viví el momento!, ¡Aprovechá!, ¿Te vas a amargar la comida pensando en lo que va a pasar mañana? -No creo en eso de vivir el momento, Molina, nadie vive el momento. Eso queda para el paraíso terrenal.
Si quereis estamos tocando hasta pasao mañana, pero eso si, yo el 25 me tengo que ir que tengo comida con la familia
No queremos poner en peligro la misión mediante la celebración de acuerdos que puedan entrar en conflicto con la misma
El boxeo es una celebración de la religión perdida de la masculinidad, tanto más contundente por estar perdida.