Al poder legislativo: Los hemos invitado antes y volvemos a invitarlos ahora a ser los legisladores de la paz y no de la guerra, los representantes de las necesidades y demandas de los ciudadanos y no los custodios de las armas ni los celadores de bunkers y palacios donde a espaldas de nosotros se fraguan acuerdos contra la paz y se defienden fueros.
Las palabras parecen tan insignificantes, tan inútiles. Solo puedo decir que... Gracias por el honor de ser invitado aquí... Oh son gente maravillosa y dulce, gracias.