En sociedades destrozadas por la guerra, frecuentemente son las mujeres las que mantienen a la sociedad en marcha... usualmente son las principales defensoras de la paz.
Desde edad temprana dominé el arte de imitar voces, un arte al que me acerqué de manera instintiva e inconvencional. Finalmente empecé a imitar a un papagayo, lo cual es inusual, ya que los papagayos imitan usualmente a los hombres. Cuando se emprende la iniciativa, no le queda otro remedio al papagayo, que ser el mismo, con lo cual se demuestra de nuevo que la mejor defensa es el ataque.