Un peatón es un hombre sin su automóvil.
La vida quizá es una larga calle por la que pasa cada día una mujer con una cesta, quizá es la cuerda con la que un hombre se cuelga de un árbol. La vida quizá es el niño que vuelve de la escuela, quizá es ese cigarrillo que se enciende en la pausa entre dos abrazos o esa mirada absorta del transeúnte que se quita el sombrero y saluda: ¡buenos días! Con una sonrisa insignificante.
Siempre has dicho que no puedes vivir sin música: ¿Quién cantará para ti, quién tocará para ti? Los pájaros, en el jardín; el mar, en torno mío. ¡Escucha! Oye ese maravilloso mezzo-soprano: es la oropéndola. ¿No es más bella su voz que la de nuestra célebre compatriota Cristina Nilson o la de la misma Patti? Oye el solemne andante de las ondas: ¿No es más bello que el de la Novena Sinfonía?
El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra.