La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos.
Y añadió que empezaba a tener esperanzas, e incluso más que esperanzas: la crisis de la infección había pasado y ésta, señaló, se iba. Y las cosas ocurrieron así. El registro de la semana siguiente, la última de septiembre, indicó una disminución de dos mil, por lo menos.
Decir que con una determinada organización, equipo y técnica, los salarios reales y el volumen de producción (y por consiguiente de empleo) están relacionados en una sola forma, de tal manera que, en términos generales, un aumento de la ocupación sólo puede ocurrir acompañada de un descenso en la tasa de salarios reales
Sudo me acuerpo miro hacia el vértigo y trato de no mirar. Asciendo, asciendo hacia la flor Y cuando allí está la arranco y la guardo en mi bolsillo como esperanza, luego viene el descenso ¿Quién se merece la flor? ¿Qué hombre la merece?
Y él dice que tal vez o a lo mejor un día volverá pero que el tiempo apremia y es el tiempo una canción caída aquí en la tarde.
No todo resbalón significa una caida
La política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma importante del ideal que se persigue; de cejar para tomar empuje; de caer sobre el enemigo, antes de que tenga sus ejércitos en fila, y su batalla preparada.
No habrá devaluación del rublo. Lo digo con firmeza y en forma explícita
La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas.
La autoestima no es tan vil como la desestimación de uno mismo.
La autoestima no es tan vil pecado como la desestimación de uno mismo
La primera víctima de la guerra es la verdad.
Hay que celebrar el hecho de vivir tiempos de baja intensidad. Eso permite que la víctima o el verdugo, el héroe o el traidor, el asesino, el delator, el fusilado que cualquiera pueda llevar dentro no se asome a la superficie. Grandes tiempos mediocres y felices son éstos en que uno puede compartir el whisky en un cóctel con alquien que llegado el momento propicio no dudaría en mandarte fusilar.
Yo mismo me transformé en un autogenio. Tenía un bajón con el tango, lo había abandonado por completo y en cambio, era compositor de sinfonías, de oberturas, de conciertos para piano, música de cámara, sonatas. Vomitaba un millón de notas por segundo.
... el pueblo, en todas partes, rebaja a sus deidades hasta su propio nivel y las considera meramente como una especie de criaturas humanas, algo más podesas e inteligentes.
La violencia hiere el cuerpo y la mente. Del que la ejecuta. Del que la sufre. De los que lloran. De toda la humanidad. Nos rebaja a todos.
Me levanté y fui hacia el jodido cuarto de baño. Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. Vi depresión y derrota. Unas bolsas oscuras debajo de mis ojos. Ojitos cobardes, los ojos de un roedor atrapado por un jodido gato. Tenía la carne floja, parecía como si le disgustara ser parte de mí.
Desde que tenía 16 años, he sentido que una nube negra flota sobre mi. Desde entonces, he tomado pastillas para la depresión