Los jardines preciados giran hacia un sofocante compartir, nieve prematura de la ruina sobre la que los árboles han mirado, y encima de las rosas la alondra hace su llamado sin esperanza.
Afuera no hay canto de pájaros, y dentro un silencio sofocante se cierne sobre todos y todas las cosas, y parece arrastrarme hacia un abismo.