La flecha de mi vida ha clavado sus rumbos en tu pecho y esquivo entre tus brazos el acecho de las cien rutas que mi paso olvida.
En el bosque de amor, soy cazador furtivo; te acecho entre dormidos y tupidos follajes.
A los viejos les espera la muerte a la puerta de su casa; a los jóvenes les espera al acecho