No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecido.
Un anciano se asemeja a un libro cuyo forro ha sido roido por el tiempo y que algún día debe aparecer de nuevo, revisado y corregido por su autor.
Cada generación de seres humanos creía que tenía todas las respuestas que necesitaba, con la excepción de unos misterios que suponía que había que resolver. Y creen que todos sus antepasados fueron engañados. ¿Cuáles son las probabilidades de que usted sea la primera generación de seres humanos que comprendan la realidad?
Los antepasados son lo más importante para quienes no han hecho nada por sí mismos.