Nuestro ridículo defecto nacional es no tener mayor enemigo de nuestro éxito y de nuestra gloria que nosotros mismos.
La conciencia del ridículo suele ser más molesta que la conciencia del pecado
Tienes que dejar salir tu friki que llevas dentro...es una terapia. ¿Para qué tener vergüenza? Si no haces daño a nadie, ¿qué más te da? Saca tu friki