La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.
Lo que le da su valor a una taza de barro es el espacio vacío que hay entre sus paredes.
El único producto de la naturaleza totalmente incoloro, inodoro e insípido es el pensamiento de mucha gente.
MENDIETA: Negociemos, don inodoro