No debemos pretender comprender el mundo sólo por el intelecto. El fallo de la inteligencia es sólo una parte de la verdad.
La mujer fue el segundo fallo de Dios. La mujer es, por su esencia, serpiente, Eva — esto lo sabe todo sacerdote; de la mujer viene todo infortunio al mundo esto lo sabe asimismo todo sacerdote. Por consiguiente, también la ciencia viene de ella...
El señor Ferguson me enseñó a pulir mis defectos, a saber dar un pase en el último instante, a tomar la decisión adecuada en el área
El tiempo se escurre entre los dedos como los granos de arena. Que este nuevo día sea el inicio de tu vida, el día en que tomas la decisión de concentrarte en lo más importante para ti. Toma la decisión de invertir más tiempo con quienes dan sentido a tu vida.
Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria
Creo en la bisectibilidad del hombre, y siempre recordé una lección hermosa de Cristo: El espíritu está pronto pero la carne es débil; y una sentencia de Voltaire: El hombre es átomo atormentado sobre un montón de barro...
Es preciso que tú y yo tomemos la resolución de no faltar nunca a la oración diaria. Digo: diaria, hijas mías, pero si pudiese, diría: no la dejemos nunca
Nosotros aceptamos la resolución del congreso nacional sea cual fuera, porque es la única forma que pueden convivir los pueblos.
Declaro que la Iglesia no tiene la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que mi dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia
... en el Estado democrático, dónde todos deciden, de común acuerdo, vivir solamente según el dictamen de la razón.
Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas.
Por lo tanto tú, ¡oh, hombre!, di las cosas que veas y oigas; y escríbelas no según tu parecer ni según el de otro hombre, sino según la voluntad del que sabe, el que ve y el que dispone todas las cosas en los secretos de sus misterios
A veces somos altruistas y otras, egoístas. Sin egoísmo no podríamos sobrevivir, y sin altruismo no podríamos convivir. Esta conclusión basta para falsar todas las teorías que, como la teoría microeconómica estándar, postulan que siempre actuamos para maximizar las ganancias esperables.
Nuestra conclusión es que un mercado libre como el alabado por los utilitaristas, basado en el reconocimiento de todos los títulos de propiedad actualmente existentes, es nulo y éticamente nihilista.
Las religiones también son como el vino: hay gente a la que le sienta mal y gente a la que le sienta bien. Hay personas que con dos copas se vuelven locuaces, abiertas y desinhibidas; otros se vuelven brutos y groseros con la misma cantidad. Con la religión, hay gente que mejora y se purifica y para otros es una fuente de resentimiento, mojigatería y condena a los demás.
Hoy el mundo se ha transformado en una inmensa carpa de cristal sin salida alguna y nuestra condena consiste en no poder abandonar nunca el tendido y estar obligados a consumir, repetir, comentar y reproducir inexorablemente las imágenes idiotas, violentas y anodinas, que nos sirve la historia a través de un laberinto de espejos.
La realidad ha mostrado que la mano invisible del mercado necesita la mano bien visible de un Estado que actúe como garante y salvaguarda de la estabilidad económica y también de la justicia social
El extremismo en la búsqueda de libertad no es vicio. La moderación en la búsqueda de justicia no es virtud