El que tiene envidia de los buenos saca de ellos mal para sí, como hace la araña en sacar de las flores ponzoña
La sospecha es la combinación de la impotencia y de la perversidad humana
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
Pero a miseria y ruindad de estas gentes constituye propiamente su razón de vivir.
El del español fue siempre un largo y doloroso camino hacia ninguna parte, jalonado de ruindad y de infamia. De que la grandeza, el fulgor de nuestra historia, resulta compatible con nuestra miserable condición humana; y que, paradójicamente, una es complemento o consecuencia de la otra, y viceversa
El éxito se trata de si te recuerdan cuando te vas. Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar o si no hay rencor en tu corazón. Se trata de que en tus triunfos estén tus sueños y de que tus logros no hieran a tus semejantes. Es acerca de tu integración con otros, no de tu control sobre ellos
Te complaces en el sublime egoísmo de tu amor, con la hipótesis de que pudiera nacernos un hijo. Lo deseas, confiésalo; lo anhelas como un lazo más que nos uniría, como un contrato fatal que ataría nuestros dos destinos. ¡Oh, preciso es que seas querida y demasiado tierna amiga para que yo no te guarde rencor por un deseo tan espantoso para mi felicidad!
Es el primer beso del que ambos somos plenamente conscientes. Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los labios de fiebre ni de frío. Es el primer beso que de verdad hace que se me agite algo en el pecho, algo cálido y curioso. Es el primer beso que me hace desear un segundo.
La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.