Lo que el ajedrez enseña, es que hay que permanecer con calma y pensar si realmente es buena idea la jugada que haremos.
La búsqueda de la mejor jugada es un proceso creativo, y exige algo más que conocer la estrategia y la táctica, más que experiencia y más que conocimiento de los métodos establecidos. Es en este proceso donde el jugador demuestra sus mejores cualidades: amplitud de pensamiento, audacia y habilidad creativa.