Y como si no bastara con el sueño que llevo en mi alma -y que henchida me empuja como un huracán de popa- otro sueño se proyecta en la pantalla, otro sueño de otra u otro que como yo...Se apresta a amar, ama, o recuerda haber amado.
Al decir del ego un huracán es un fenómeno devastador, pero en lo que refiere al universo, es un evento absolutamente natural, un eslabón en la cadena sin fin de causas y efectos. El universo, al no tener ego, continúa su existencia sin emitir juicios sobre huracanes o brisas del océano.
Sus brazos me rodearon. Vacilé. Me atormentaba un torbellino de sentimientos, deseaba su boca, pero tenía miedo, sentía que estaba por besar a un hermano, pero estaba tentada...
Sin ella, mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo y Morgana y los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia