Dices que me analizo demasiado, pero a mí me parece que aún no me conozco lo suficiente; cada día que pasa descubro algo nuevo. Viajo por dentro de mí como por un país desconocido, pese a haberlo recorrido ya cien veces.
No presumo de ser poderoso, pero en la adversidad es cuando mayor fuerza reconozco dentro mío. Aparte, llevo toda mi vida observando a aquellos que gestionan la adversidad, que es de quienes verdaderamente se aprende. Extrañamente, todos sobre-observamos a los victoriosos, y quienes merecen ser observados son aquellos que tramitan la adversidad, así que estoy en un escenario que me es habitual, y el que he recorrido con mi cuerpo, y en cuerpo ajeno, infinidad de veces.
Tenemos que permanecer en la barca en que estamos mientras dura el trayecto de esta vida a la otra. Y debemos hacerlo de buen grado y con amor; porque, aunque algunas veces no haya sido la mano de Dios la que nos ha puesto allí, sino la de los hombres, una vez en la barca, estamos allí porque Dios lo quiere, por lo que debemos seguir en ella de buena gana y con gusto
NO a ser la mujer de nadie. Sólo busco un compañero de viaje, alguien con quien formar un buen equipo para este trayecto tan corto y divertido
Hay un camino en lo alto, visible en los cielos transparentes, llamando la Vía Láctea, que resplandece con brillo propio. Los dioses van por ella a la morada del gran Tonante y su residencia real... Allí los famosos y poderosos habitantes del cielo han sentado sus reales. Esta es la región que podría atraverme a llamar la palatina del Gran Cielo.
En la cruz esta la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo.
...Un descenso a largo plazo de los salarios -que se asocia al debilitamiento de los sindicatos obreros- tenderá, según nuestro análisis en el capítulo 1, a elevar el grado de monopolio y, por tanto, a provocar un desplazamiento de los salarios a las ganancias. Lejos de estimular el crecimiento de la producción a largo plazo, este fenómeno, como ya hemos visto, tenderá a afectarlo adversamente.
Una revolución no es sino el desplazamiento de un móvil que, luego de recorrer su giro retorna al punto de partida.
En estos libros no está el conocimiento, lo que hay en ellos son índices. Tú tienes que ser capaz de poner en práctica lo que sugieren para conocer lo que los índices indican. Tienes que caminar con tus propios pies, en la dirección que señalan, para corroborar por ti mismo y vivir el conocimiento al que se refieren.
Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos
Amada mía, querida mía, Ay, Patria mía. De tumbo en tumbo, se pierde el rumbo de la alegría. ¡Vamos arriba! Que no se diga que estás llorando; que tus heridas mal avenidas se irán curando.
En el valle hay un sólido puente de hierro que el tren atraviesa sin cambiar de llanura, rumbo a otra localidad exactamente igual a nuestro pueblo. Bajo el puente hay nieve en invierno y sombra en verano. Jamás se ve agua en el fondo. El río no se preocupa del puente; discurre a su lado.
El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo y el desarrollo no precisa necesariamente de crecimiento.
Por sí misma, la experimentación científica constituye una técnica de manipulación, y el desarrollo de las ciencias experimentales desarrolla los poderes manipuladores de la ciencia sobre las cosas físicas y los seres vivientes.
Si observamos la evolución de un sistema complejo en un gráfico de adaptación, vemos que el comportamiento varía a un ritmo tan rápido que la capacidad de adaptación puede quedarse atrás fácilmente.
Los ignorantes se figuran que anarquía es desorden y que sin gobierno la sociedad se convertirá siempre en el caos. No conciben otro orden que el orden exteriormente impuesto por el terror de las armas. Pero si se fijaran en la evolución de la ciencia, por ejemplo, verían de qué modo a medida que disminuía el espíritu de autoridad, se extendieron y afianzaron nuestros conocimientos.
Nada tan mezquino de miras como un hombre eternamente confinado en la política. Si fiel a su partido, se agita en órbita de microbio, no concibe nada más allá de su grupo y realiza una obra de interés personal o de egoísmo; cuando no, rencores y venganzas; si infiel a sus correligionarios, va de agrupación en agrupación ejerciendo el ignominioso papel de tránsfuga y merodeador público.
He demostrado que la órbita de un planeta es elíptica, y que el Sol, la fuente del movimiento, está en uno de los focos de esta elipse. Resulta así que cuando el planeta ha completado un cuarto de su circuito total, comenzando en el afelio, está a una distancia del Sol exactamente igual al promedio entre la distancia máxima en el afelio y la distancia mínima en el perihelio.