Salgo fuera a veces, pero no todo el tiempo. Creo mi mundo tras las puertas, sabes, porque no puedo ir al cine del centro del pueblo, ni ir al parque, ni ir a por helados al mercado o a la tienda de la esquina. Así que...Quieres construir ese mundo de puertas para adentro, y eso es lo que intento, y lo que hago.
Pero alrededor de la casa nueva no había otras calles, ni nadie paseando tranquilamente ni caminando con prisa, y por supuesto, tampoco ninguna tienda ni puestos de fruta y verdura. Cuando cerraba los ojos, sólo notaba vacío y frío alrededor, como si se hallara en el lugar más solitario del planeta. Era como el fondo de la nada.