Fue el descubrimiento más importante de toda su vida. Sabía leer. Era poseedor del antídoto contra el ponzoñoso veneno de la vejez.
Si todo lo que eres es el dueño de una gran finca o el poseedor de un cargo, si los pierdes con ellos mueres. Pero si te sabes persona y separas tu dimensión como persona de la posesión de esas cosas, si las pierdes sencillamente las has perdido, pero nada más.
Ante el propietario Supremo, venimos a ser todos indigentes iguales. Hasta el presente, alguien puede ser un pordiosero, un pobre diablo, respecto a su vecino, en adelante toda distinción se borra, pues todos son indigentes, y la sociedad comunista se resume en lo que puede llamarse la indigencia generalizada.
El que se baja una película sin permiso de su propietario o de sus propietario está incumpliendo la ley y es un sinvergüenza, un pirata y un estafador
¿Por qué se llama Ming?, dijo el Archicanciller. El tesorero dio un golpecito al recipiente. Hizo ming.
Vivo con el corazón cubierto de polvo. Esa es la mejor manera en que puedo expresarlo. Hubo mujeres antes de ti, algunas, pero después de ti ninguna. No hice ningún voto de celibato; sencillamente no me interesan.
Con extender un brazo cualquiera de ellos podría haber tocado al octavo hombre, que yacía sobre la mesa, boca arriba, parcialmente cubierto con una sábana, sus brazos extendidos a sus lados. Estaba muerto.