En la ciudad el vino deja de ser vino y el pan deja de ser pan. Y para que el pobre consiga comer realmente pan y beber realmente vino, es necesario que primero sacrifique en la capilla siniestra de la fábrica un poco de alegría, de inteligencia, de sudor, de músculo, de salud...
Allí donde Dios tiene un templo, el demonio suele levantar una capilla
La iglesia firme en su postura: la homosexualidad es cosa de maricones.
Si Cristo estuviera hoy en la tierra también estaría con la gente más pobre y declaró que Cristo, a los únicos que echó de la iglesia es a los que la convirtieron en una casa de comercio y de negocio, pero aquí estaría a gusto porque estaría con los suyos
El vulgo no es otra cosa que una sinagoga de ignorantes presumidos, que cuanto más hablan de las cosas menos las entienden
Hemos puesto la versión de San Jerónimo entre la hebrea y la Septuaginta, como entre la sinagoga y la iglesia oriental, que son como dos ladrones, el uno a la derecha y el otro a la izquierda, y Jesús, esto es la iglesia romana, en el medio
Mi visita a la mezquita ha elevado a tal altura de sentir como nunca había alcanzado antes.
Si Dios deseaba que todo indio del Transvaal quedase reducido al estado de mendigo antes que obedecer una ley degradante, ¡entonces que así fuese!. (31 de julio de 1907, acto en el exterior de la mezquita de Pretoria).
Allí donde Dios tiene un templo, el demonio suele levantar una capilla
En la ciudad el vino deja de ser vino y el pan deja de ser pan. Y para que el pobre consiga comer realmente pan y beber realmente vino, es necesario que primero sacrifique en la capilla siniestra de la fábrica un poco de alegría, de inteligencia, de sudor, de músculo, de salud...
La catedral es un corazón. La torre, un brote. ¿Han contado los escalones que llevan a la plataforma? Cada noche son más numerosos. Se multiplican.
Ver en acción a un carácter como ése -se decía-, a una pequeña pero auténtica y apasionada fuerza, es una de las más sabrosas delicias de la naturaleza, mejor que la más bella obra de arte, mejor que un bajorrelieve helénico, mejor que un cuadro de Ticiano, mejor que una catedral gótica.
El vulgo no es otra cosa que una sinagoga de ignorantes presumidos, que cuanto más hablan de las cosas menos las entienden
Hemos puesto la versión de San Jerónimo entre la hebrea y la Septuaginta, como entre la sinagoga y la iglesia oriental, que son como dos ladrones, el uno a la derecha y el otro a la izquierda, y Jesús, esto es la iglesia romana, en el medio
Mi visita a la mezquita ha elevado a tal altura de sentir como nunca había alcanzado antes.
Si Dios deseaba que todo indio del Transvaal quedase reducido al estado de mendigo antes que obedecer una ley degradante, ¡entonces que así fuese!. (31 de julio de 1907, acto en el exterior de la mezquita de Pretoria).