Si no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de implicar a los candidatos, ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas.
¡Ama! Ama por encima de todo, ama a todo y a todos. No cierres los ojos a la suciedad del mundo, no ignores el hambre! Olvida la bomba, pero antes haz algo para combatirla,aunque no te sientas capaz
He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir, hasta lograrlo. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir
Juego con un pequeño equipo de fútbol y colaboro en la comunidad donde resido, llevando la vida de un tipo normal, sintiéndome siempre listo y dispuesto
Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo como adquiera conocimientos nuevos, el día que me aperciba que mi cerebro ha dejado de ser apto para esos cambios, dejaré de trabajar. Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no pueden abandonarla nunca más.
Un líder que no duda antes de enviar a su nación a una guerra, no es apto para serlo
Señor, he encontrado un razonamiento idóneo para usted, pero no me considero en la obligación de encontrarle también un sensato entendimiento.
Toda mi filosofía se reduce a que la crueldad de la historia, la imbecilidad humana y los zarpazos de la naturaleza no me cieguen hasta el punto de ignorar que éste es el momento idóneo para plantar berenjenas.
Estar con quien se ama y pensar en otra cosa: es de esta manera que tengo los mejores pensamientos, que invento lo mejor y más adecuado para mí trabajo. Ocurre lo mismo con el texto: produce en mí el mejor placer si llega a hacerse escuchar indirectamente, si leyéndolo me siento llevado a levantar la cabeza a menudo, a escuchar otra cosa.
Cada necesidad, digamos hambre de aire fresco o de alimento, es una carencia que denota, al menos, una ausencia temporal del ajuste adecuado con su entorno.
Cada película es diferente y cada película me permite una libertad para componer lo que es apropiado para esa película en concreto.
¿Es apropiado asociar la lentitud con la gracia? Un movimiento a cámara lenta posee una virtud que, realizado a más velocidad, no tiene. Unos gestos bruscos, una voz entrecortada son raramente considerados graciosos y nuestra mirada se detiene con gusto sobre un cuerpo dormido
Una tesis es como una partida de ajedrez, tiene cierto número de movimientos, pero desde el principio hay que estar capacitado para predecir los movimientos a efectuar con vistas a dar jaque mate al adversario.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
Pero lo que me ha tornado irritable es la duda: ¿Lo quiero o no lo quiero? Últimamente ha surgido un nuevo personaje en discordia: un joven estanciero de origen inglés, menos apuesto que él pero de trato agradable, se ha valido de su amistad con papá para introducirse en casa y dirigirme palabras galantes. Y he aquí la disyuntiva...
Virtud y sabor son casi lo mismo, porque la virtud es poco más que un gusto activo y el más delicado afecto de cada uno se combina en el amor verdadero. ¿Cómo es posible entonces que busquemos amor en las grandes ciudades, donde el egoísmo, la disipación y la insinceridad ocupan el lugar de la ternura, la sencillez y la verdad?
Una vida creativa es una cuestión riesgosa. Seguir el propio curso, no trazado por los padres, por nuestros pares o por las instituciones, implica un delicado equilibrio de tradición y libertad personal, un delicado equilibrio de ser fiel a uno mismo y permanecer abierto al cambio.
Bueno, lo primero que he hecho al volver a mi barrio tras ser Campeón, fue ir a buscar a mi padre en la fábrica de zapatos. Él estaba en su lugar de trabajo, le tomé su mano que tenía un zapato a medio hacer y le he dicho Hoy fue tu ultimo día en esta fábrica papá. Me he sentido un hombre completo desde ese mismo momento.
A veces los escritores, y también los críticos y los profesores, olvidan que la gran vocación de la literatura es hacer sentido de nuestra vida, y la encierran en un ejercicio estéril, puramente formal.