Los campesinos desconfían del hombre de la ciudad. Vestido como un europeo, hablando su lengua, trabajando con él, viviendo a veces en su barrio es considerado por los campesinos como un tránsfuga que ha abandonado todo lo que constituye el patrimonio nacional.
Sé que hay colegas en tu barrio que te han dicho que pueden volar más alto que tú con no se qué otra droga nueva, ¡Qué va! Toma prueba, esta mierda te lleva a tomar por culo de aquí ¡No nos volverás a ver más!
Me eduqué y nací en el gueto judío (Judengasse), hasta mis quince años, trataron de inculcarme el Talmud. Mis profesores eran personas crueles (Unmenschen), mis colegas eran mala junta, me inducían a pecar en secreto, mi cuerpo era débil, mi alma cruda. Aparte del Talmud tome clases privadas de alemán y francés. Después entre a mi adolescencia.
[Tras la visita al gueto de Lodz] Estos ya no son hombres, son animales. Por eso, no se trata de una tarea humanitaria, sino quirúrgica. Hay que hacer incisiones aquí, y enteramente radicales.