Nunca me dejé tentar por los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol está concebido así, tiene que haber o una gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es impostora.
Un hombre puede hacer cualquier cosa, siempre que su voluntad lo acompañe.
Nadie es más que otro si no hace más que otro
Las máquinas, siendo por sí incapaces de lucha, han logrado que el hombre luche por ellas.
Un hombre inculto puede lograr éxitos escribiendo para el Teatro; un hombre culto, también, pero a condición de que sepa olvidarse de su cultura.
Se puede soportar cualquier verdad, por muy destructiva que sea, a condición de que sea total, que lleve en sí tanta vitalidad como la esperanza a la que ha sustituido.
La libertad es singular, siempre que exista la libertad plural.
La descontextualización, la ironía, el espectáculo, la performance, son completamente lícitos, siempre que no sean superficiales, sino que respondan o se conecten con una reflexión gastronómica.
Prefiero que se me elogie menos, con tal de que se me conozca más.
Todos los vicios, con tal de que estén de moda, pasan por virtudes.
Creo firmemente que no hay razón mala si trae provecho.
Cuando estáis combatiendo contra los enemigos, si tenéis la sensación de estar estancados y de no hacer ningún progreso, abandonad vuestro estado de ánimo y pensad en vuestro corazón que estáis empezando algo nuevo.
Si no esperáis lo inesperado no lo encontraréis, dado que es penoso descubrirlo, y además dificil.
Pero era en exceso prudente para revelar el motivo de sus recelos. Consideró que desenmascarar al impostor no sería cosa fácil, dado que la gente estaba tan predispuesta en su favor. Y como tenía muy pocos amigos, le parecía peligroso hacerse un enemigo tan poderoso.