La manera más desagradable de replicar en una polémica es la de enojares y la de callar, pues el agresor interpreta ordinariamente el silencio como un desprecio.
Yo respeto cualquier opinión de cualquier persona o institución en el mundo, pero tengo el mismo derecho a replicar cuando creo que están mintiendo o que están hablando la verdad a medias o que se sustentan en mentiras para hacer acusaciones permanentes contra Venezuela
...La Humanidad no es nada comparada con el increíble Cosmos. Los científicos no pueden refutar la existencia de la religión. No importa lo que te esfuerces, no puedes explicar el universo. No puedes dejar de tener creencias de tipo religioso.
Quizás la última moda cultural contra la cual uno puede argumentar sea Karl Marx. ¿Pero Freud o Rawls?. Argumentar con tales personas es concederles la premisa que ellos tratan de refutar con todo su esfuerzo: Que la Razón tiene algo que ver con sus teorías.
No, también hay feas que son brutas. Porque es tonta: Estaba responiendo la pregunta ¿Todas las bonitas son brutas? En ves de rebatir el hecho, lo confirma.
Yo podría ser un periodista. Creo que las entrevistas son la nueva forma del arte. Creo que la autoentrevista es la esencia de la creatividad. Hacerte preguntas a ti mismo y tratar de encontrar respuestas. Lo que hace un escritor es contestar una serie de preguntas que no han sido pronunciadas.
Siempre he tratado de ser abierto. Uno trata de contestar todas las preguntas del periodista, de ser amable, y al final te encuentras con que el tipo mira tu vida no a través de un telescopio, sino de un caleidoscopio. Todo parece fragmentado y distorsionado
Yo he indicado al congreso la necesidad de defender la República, haciendo la guerra en el Perú, y ahora no debo insistir en alegar otras razones que las que expone el Libertador
El que dice que todo acontece por necesidad nada puede objetar al que niega que todo acontece por necesidad, pues esto mismo afirma que acontece por necesidad.
¿Pero acaso - podríase objetar desde luego- renuncia un partido revolucionario a ejercer presión sobre la burguesía y su gobierno? Evidentemente, no.
Puede parecer contraproducente argüir que la felicidad y los negocios tienen algo que ver entre sí, pues para la mayoría de las personas, el trabajo en el mejor de los casos, es un mal necesario, y en el peor, una carga. Sin embargo, ambas cosas están inextricablemente unidas.
Una persona tiene derecho a protestar y el Estado debe protegerle la vida, sea cual fuere la naturaleza de la protesta.
Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno, pero si he de ser ahorcado por profesar ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y la fraternidad, entonces no tengo inconveniente... Lo digo en alto: dispongan de mi vida
La política no es más que el conjunto de razones para obedecer y de las razones para sublevarse
Sería loco el militar que al frente de su destino no estuviera dispuesto a sublevarse a favor de España y en contra de la anarquía, si ésta se produjese
Ayer, al abrir los ojos sobre el mundo, vi el cielo revolverse de parte a parte. Yo quise levantarme, pero el silencio sin extrañas refluyó hacia mí, sus alas paralizadas. Irresponsable, a caballo entre la Nada y el Infinito, me puse a llorar.
Cualquier amigo de la libertad ha de revolverse como lo hago yo contra la perspectiva de convertir a los Estados Unidos en un campo armado, por la visión de las cárceles repletas por consumidores de drogas y por un ejército de burócratas con el poder de invadir la libertad de los ciudadanos, basándose en una evidencia somera.
Cuando muerto esté en la tumba toca en ella la guitarra, y verás a mi esqueleto alzarse para escucharla.
Tratarse mal sin enfadarse es una de las mayores delicadezas de la verdadera amistad. Que puede ser superada por otra delicadeza: la de tratarse siempre bien.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Utilizaba la heroína porque nunca me vi capaz de afrontar bien la fama. Sabía que para ser feliz y hacer lo que quería, música, la fama era uno de los precios a pagar, y no me acostumbraba. Era más fácil meterse heroína y utilizar eso como una forma de distanciarse que afrontar la presión exterior.
Ya sé que no somos ni podemos ser iguales, pero opino que quien juzga imprescindible distanciarse del así llamado populacho para mantener su respeto, es tan reprobable como el cobarde que se esconde del enemigo por temor a sucumbir.
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.
Recordaré que una persona es tanto más pequeña cuanto más pequeñas son las cosas que la hacen disgustarse y andar triste.